Preguntas frecuentes del Trastorno de Ansiedad por Enfermedad

No. Las personas con este trastorno tienen sensaciones físicas (síntomas) reales, el problema principal es que las interpretan como señal de alguna enfermedad.

Otros trastornos mentales presentan síntomas que pueden ser parecidos al trastorno de ansiedad por enfermedad. Algunas personas con fobias específicas tienen mucho miedo a algunos procedimientos médicos, por ejemplo, hacerse una resonancia magnética por el miedo de los espacios cerrados. En los trastornos de pánico o de angustia, la persona se preocupa por sensaciones que implican algún peligro inminente (en el mismo momento, cuando tiene ataques de pánico). En el trastorno de ansiedad generalizada, la persona se puede preocupar de manera excesiva por la salud de otras. En el trastorno obsesivo-compulsivo, algunas personas pueden tener obsesiones o compulsiones relacionadas con sensaciones físicas. Algunos de estos trastornos se pueden dar al mismo tiempo. Un profesional de la salud valorará cuál es el diagnóstico que más se ajusta a aquello que le pasa.

La terapia cognitivo-conductual es un tipo de tratamiento psicológico activo, en que la persona tiene que dedicar un tiempo cada día a practicar algunas habilidades o tareas. En el trastorno de ansiedad por enfermedad, la terapia cognitivo-conductual implica identificar las sensaciones temidas y/o evitadas, aprender a afrontarlas y poner a prueba nuevas maneras de gestionar estas sensaciones.

En el trastorno de ansiedad por enfermedad se considera que la mejor opción es la terapia cognitivo-conductual. No obstante, en nuestro contexto puede ser difícil acceder a este tipo de tratamiento, puesto que no todos los profesionales que hacen tratamiento psicológico tienen experiencia en su aplicación. En la práctica, los tratamientos psicofarmacológicos, que se ha visto que son eficaces para el trastorno (los inhibidores selectivos de la recaudación de serotonina), pueden ser más accesibles, puesto que se pueden prescribir desde Atención Primaria y son empleados habitualmente en psiquiatría.

Sí. Los dos tipos de tratamiento se pueden combinar.

No se conoce qué hace que alguien responda a la terapia cognitivo-conductual. Pero si la persona se implica en cumplir su tratamiento (intenta hacer las tareas que propone el/la terapeuta), es más probable que mejore.