En el melanoma cutáneo, el cáncer de piel más agresivo, es especialmente importante la detección precoz: con poco más de un milímetro de grosor el tumor puede empezar a diseminarse, enviando sus células a colonizar otros órganos. Cuando esto ocurre el pronóstico es por lo general malo. Se ha mejorado mucho en el tratamiento, en particular con inmunoterapia, pero la mortalidad del melanoma sigue siendo muy elevada. Una de las grandes preguntas por responder es cómo se produce esa diseminación tan rápida de los melanomas.
Para el estudio se ha utilizado un modelo de ratón bioluminiscente, denominado MetAlert, que permite visualizar el lecho metastásico antes de que se produzca la metástasis. Este modelo orienta a los investigadores a la hora de buscar genes y moléculas que intervienen en la progresión tumoral, desde las etapas más tempranas. También permite estudiar las recaídas tras cirugía, o la respuesta a fármacos anticancerígenos.
El grupo, además, ha realizado un mapa completo de todas las proteínas que secretan tanto los melanomas agresivos como los que no lo son. Los resultados no se hicieron esperar: “Encontramos muchas proteínas que se secretan específicamente por melanomas que actúan a distancia, pero en este trabajo nos enfocamos en una en particular, MIDKINE, por su novedad y potencial como diana terapéutica”, explica David Olmeda, primer autor del trabajo.
Los investigadores se preguntaron cómo de importante era MIDKINE en pacientes con melanoma. En colaboración con especialistas en dermatología y patología del Hospital 12 de Octubre, en Madrid, y del Hospital Clínic, en Barcelona, analizaron la expresión de MIDKINE en lesiones benignas (lunares) y en melanomas en distintos estadíos de desarrollo. Este experimento demostró que los pacientes con altos niveles de MIDKINE en los ganglios linfáticos tienen un peor pronóstico, un dato que abre la vía a utilizar MIDKINE como posible biomarcador de agresividad.
Así, los resultados del trabajo publicado en Nature tienen relevancia doble; según indica Marisol Soengas, “hemos podido descubrir mecanismos desconocidos del desarrollo del melanoma, e identificar nuevos marcadores de metástasis que hemos validado en muestras de pacientes, y que podrían abrir nuevas vías para tratamientos farmacológicos”. Susana Puig, destaca el interés del estudio “ya que profundiza en el conocimiento del proceso metastásico en melanoma”, y pone en valor el trabajo colaborativo realizado entre investigadores básicos y clínicos de distintas instituciones que “es fruto del abordaje multidisciplinar en investigación oncológica”.
El trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, L’Oréal Paris USA–Melanoma Research Alliance, la Worldwide Cancer Research, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Fundación Mutua Madrileña, la Fundación ‘La Caixa’, Immutrain Marie Skłodowska-Curie ITN y proyectos del National Cancer Institute de los EEUU.
Artículo de referencia:
Whole-body imaging of lymphovascular niches identifies pre-metastatic roles of midkine.
David Olmeda, Daniela Cerezo-Wallis, Erica Riveiro-Falkenbach, Paula C. Pennacchi, Marta Contreras-Alcalde, Nuria Ibarz, Metehan Cifdaloz, Xavier Catena, Tonantzin G. Calvo, Estela Cañón, Direna Alonso, Javier Suarez, Lisa Osterloh, Chandrani Monda, Julie Di Martino, Osvaldo Graña, Francisca Mulero, Diego Megías, Marta Cañamero, David Lora, Inés Martinez-Corral, J. Javier Bravo Cordero, Javier Muñoz, Susana Puig, Pablo Ortiz-Romero, José L Rodriguez-Peralto, Sagrario Ortega, María S. Soengas
Nature 2017. DOI: 10.1038/nature22977
Nature. 2017 Jun 28;546(7660):676-680. doi: 10.1038/nature22977.