La enfermedad de Parkinson es una patología crónica y neurodegenerativa que afecta a las zonas del cerebro encargadas del control y coordinación del movimiento y del equilibrio. Los pacientes, además, presentan diversos síntomas no motores como pérdida de olfato, deterioro cognitivo o trastornos del sueño en fase REM, que pueden aparecer años antes de que se desarrolle la enfermedad. Estos síntomas los provoca la acumulación de la proteína alfa-sinucleína en las neuronas, en lo que se conoce como Cuerpos de Lewy. Detectar la presencia de esta proteína de forma precoz en el Parkinson permitiría diagnosticar la enfermedad en una fase muy temprana y empezar a tratar los síntomas desde el principio.
En el estudio que publica The Lancet Neurology, los investigadores valoraron si realizar una biopsia en la glándula submandibular permite detectar agregados de alfa-sinucleína. Estas biopsias las realizaron en 21 pacientes con trastornos del sueño en fase REM, en 24 con enfermedad de Parkinson y en 26 personas sanas. En cerca de un 90% de los pacientes con trastornos del sueño y en un 70% de los que tenían Parkinson detectaron la proteína en la glándula submandibular gracias a la biopsia, mientras que no se encontró en ninguna de las personas sanas. “Estos resultados demuestran que la biopsia sirve como prueba confirmativa para diagnosticar la enfermedad de Parkinson en aquellas personas en las que aún no se manifiesta la enfermedad”, explica el Dr. Álex Iranzo, neurólogo de la Unidad Multidisciplinar de Trastornos del Sueño del Clínic e investigador del equipo IDIBAPS Neurofisiología i estudios funcionales del sistema nervioso. “Además, se trata de una prueba poco invasiva y que se tolera bien”, añade.
“Identificar agregados de sinucleína en la glándula submandibular permite confirmar el diagnostico de Parkinson, de gran utilidad en casos de diagnóstico incierto. Además identificar las personas con trastornos del sueño que tengan estos agregados podría servir para diseñar estrategias terapéuticas que, por ejemplo, bloqueen la progresión de esta proteína hacia el sistema nervioso central, donde causan los síntomas clásicos de la enfermedad de Parkinson”, explica el Dr. Eduard Tolosa.
Referencia del artículo:
Dolores Vilas†, Alex Iranzo, MD†, Prof Eduardo Tolosa, Iban Aldecoa†, Joan Berenguer, Isabel Vilaseca, Carles Martí, Mónica Serradell, Francisco Lomeña, Llucia Alós, Carles Gaig, Joan Santamaria, Ellen Gelpi
Published Online: 30 March 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.1016/S1474-4422(16)00080-6