El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en el mundo. La supervivencia de los pacientes está directamente relacionada con la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Dado que en los estadios iniciales el cáncer de pulmón suele ser asintomático, el 75% de los pacientes con la enfermedad se diagnostican cuando ya está avanzada. "Encontrar la manera de diagnosticar a los pacientes al inicio de la enfermedad mejoraría su pronóstico y disminuiría la mortalidad", explica el Dr. Laureano Molins, coautor del estudio. Hoy, la Tomografía Axial Computarizada (TAC), es la herramienta utilizada para detectar los cánceres de pulmón en estadio precoz en forma de nódulos pulmonares de pequeño tamaño.
El aliento que exhalamos contiene compuestos orgánicos volátiles y se sabe que el patrón de estos compuestos está alterado en diversas enfermedades metabólicas, neurológicas y gastrointestinales y, también, en diferentes tipos de cáncer. Pero para analizarlo son necesarias metodologías sofisticadas y costosas y, sin embargo, la capacidad del olfato de los perros es muy superior que la mejor tecnología disponible en la actualidad.
Para el estudio se entrenó un perro, Blat, para ser capaz de distinguir en muestras de aliento de pacientes, cuáles de ellos tenían cáncer de pulmón y cuáles no. Se hizo mediante un método de adiestramiento basado en el refuerzo positivo. "Consiste en que cuando el perro encuentra un olor recibe comida como recompensa", explica Ingrid Ramón.
Se estudiaron 390 muestras de 113 personas, de las cuales 85 eran pacientes con cáncer de pulmón y 28 eran controles, entre los que había 11 pacientes con otras enfermedades y 17 personas sanas. Las muestras consistían en tubos con una lana especial en los que el paciente exhalaba aliento y que luego se cerraban herméticamente. Una vez terminado el adiestramiento Blat olió 785 muestras en diferentes sesiones. Se le exponía a 5 tubos diferentes de aliento cada vez de los que sólo uno correspondía a un paciente con cáncer de pulmón y él tenía que identificarlo. Los resultados del estudio demuestran que acertaba en un 95% de los casos, incluso cuando se trataba de nódulos de sólo 4 milímetros. "De hecho, cuando Blat fallaba era en los casos de los cánceres más avanzados, en el que ya detectaba otros tipos de olor procedentes de procesos que coexisten con el cáncer, como puede ser la inflamación o la muerte celular", explica Ángela Guirao. "Esto es importante ya que lo que nos dice es que es capaz de detectar el tumor en las fases más iniciales", añade.
El siguiente paso ahora que Blat ayude a discernir cuáles de los nódulos que se detectan por TAC son benignos y cuáles malignos. El objetivo final es llegar a determinar cuáles son los compuestos que huele en las muestras, para desarrollar una herramienta diagnóstica, como sería una nariz electrónica, que sirva para la detección precoz del cáncer de pulmón.
Referencia del artículo:
Lung cancer diagnosis by trained dogs
Ángela Guirao Montes Laureano Molins López-Rodó Ingrid Ramón Rodríguez Gemma Sunyer Dequigiovanni Núria Viñolas Segarra Ramón María Marrades Sicart Jorge Hernández Ferrández Juan José Fibla Alfara Álvaro Agustí García-Navarro
European Journal of Cardio-Thoracic Surgery, ezx152, https://doi.org/10.1093/ejcts/ezx152