Las enfermedades cardiovasculares son la causa principal de morbilidad y mortalidad en todo el mundo y en los pacientes infectados por el VIH son aún más frecuentes y pueden manifestarse en edades más precoces. Ciertos fármacos antirretrovirales están asociados con cambios adversos en los lípidos de la sangre, uno de los factores principales que contribuye al riesgo de tener enfermedades cardiovasculares. "Sólo el hecho de la infección por el virus, aunque la replicación esté bien controlada con antirretrovirales, ya supone un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, con lo que es muy importante que las personas que tienen el VIH y, además, un alto riesgo cardiovascular por otros motivos, tengan opciones de tratamiento que además de ser efectivas disminuyan este riesgo", afirma el Dr. Josep M. Gatell.
El estudio NEAT 022, promovido por la Fundación NEAT-ID (Red Europea para el tratamiento del VIH, la hepatitis y enfermedades infecciosas globales) y el St Stephen s AIDS Trust (SSAT) y financiado por la empresa ViiV Healthcare, evaluó la seguridad y eficacia de dar dolutegavir en lugar de un inhibidor de la proteasa a pacientes con VIH y alto riesgo cardiovascular. Participaron 415 pacientes de 32 centros de 6 países europeos a los que se dividió en dos grupos: la mitad pasaron de tomar un inhibidor de la proteasa en dolutegravir y a la otra se los mantuvo con el tratamiento de inicio. Todos ellos tenían un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular (más de 50 años y/o un índice de riesgo CV en la escala Framingham de más del 10% en los siguientes 10 años).
El estudio demostró que el cambio de tratamiento permitía mantener el nivel de supresión del virus pero con un nivel de colesterol y otros lípidos en sangre más bajo. El Dr. Gatell explica que "este es el primer estudio en el que ha participado exclusivamente pacientes con VIH con alto riesgo cardiovascular". Y añade que, para minimizar el riesgo en estos pacientes, el orden de actuaciones a seguir es "mantener la supresión del virus, cambiar la medicación a agentes antirretrovirales con perfil lipídico neutro y, si todavía es necesario, utilizar fármacos que disminuyan los lípidos en sangre, como las estatinas. Además, lógicamente, intervenir en los factores de riesgo clásicos como recomendar ejercicio físico forma regular o dejar de fumar".