La inmunodeficiencia común variable (CVID) es una enfermedad que se caracteriza por una concentración muy baja de anticuerpos y consecuentemente una mayor susceptibilidad a infecciones. Forma parte de las llamadas inmunodeficiencias primarias y, actualmente, menos del 20% de los casos de CVID tienen una causa genética conocida.
Uno de sus objetivos del estudio era buscar la proporción de casos monogénicos, es decir, aquellos producidos por la alteración en un solo gen. En el estudio hicieron la secuenciación completa del exoma (es decir, el ADN que proporciona instrucciones para fabricar las proteínas) de 36 niños y adolescentes con CVID. Los científicos se centraron en el exoma porque, a pesar de que solo representa un 1% del genoma, es donde se encuentran la mayoría de mutaciones que causan enfermedades.
Ferran Casals, jefe del Servicio de Genómica de la UPF, explica: “Nos centramos en el estudio de pacientes pediátricos, donde sabemos que hay más probabilidad de encontrar casos monogénicos. En el caso de aparición de la enfermedad en edades más tardías el modelo genético suele ser más complejo”. Por su parte, Manel Juan, inmunólogo en el Hospital Clínico de Barcelona, comenta que
“al tratarse de una enfermedad rara, tuvimos que movilizar a profesionales de varios centros con pacientes afectados por CVID, de entre los cuales destacan los de los hospitales San Juan de Dios de Barcelona, Vall d’Hebrn y La Paz en Madrid”.
Los resultados determinaron un origen monogénico de entre el 15 y el 24 % de los casos de CVID, en la mayoría de los cuales la enfermedad está originada por una mutación que produce la pérdida de función del gen alterado.
Esto implica que en la mayoría de pacientes el trastorno permanece genéticamente sin caracterizar. Para estos pacientes consideraron otros posibles escenarios genéticos más complejos, como la posibilidad de que la CVID se origine por un modelo oligogénico, es decir, determinado por la combinación de varios genes. Así pues, la CVID podría estar causada por diferentes defectos genéticos, como por ejemplo mutaciones en proteínas que interaccionan con los genes implicados en la enfermedad o la acumulación de variantes perjudiciales en algunas vías inmunológicas.
“En nuestro trabajo demostramos el potencial de la secuenciación completa de la exoma como herramienta para el estudio y el diagnóstico de las inmunodeficiencias primarias. Esperamos que este tipo de estudios también puedan ayudar a detectar y entender vías clave relacionadas con el desarrollo de la enfermedad y en general de la respuesta inmunitaria”, concluye Ferran Casals, investigador del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la UPF.
La colaboración interdisciplinaria ha sido la clave del éxito del estudio, en el cual han participado profesionales como genetistas, bioinformáticos, biólogos, inmunólogos, y pediatras.
Evaluating the genetics of common variable immunodeficiency: monogenetic model and beyond. Frontiers in Immunology. April, 2018. Article de referència: Guillem de Valles-Ibáñez et, Ana Esteve-Sole, Mònica Piquer, Azucena González-Navarro, Jessica Hernández-Rodríguez, Hafid Laayouni, Eva González-Roca, Ana María Plaza-Martín, Angela Deyà-Martínez, Andrea Martín-Nalda, Mònica Martínez-Gallo, Marina García-Prat, Lucía del Pino, Ivon Cuscó, Marta Codina-Solà, Laura Batlle-Masó, Manuel Solís-Moruno, Tomàs Marquès-Bonet, Elena Bosch, Eduardo Lopez-Granados, Juan Ignacio Aróstegui, Pere Soler-Palacín, Roger Colobrán, Jordi Yagüe, Laia Alsina, Manel Juan and Ferran Casals.