Los científicos son del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), centro del CSIC y del IDIBAPS; Deakin University and Florey Institute of Neuroscience and Mental Health, Australia; Universidad de Barcelona; Universidad de Sao Paulo, Brasil; CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas) y CIBERESP (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Epidemiología y Salud Pública).
En investigaciones previas se ha demostrado que la melatonina podría proteger contra patologías del tipo del Alzheimer desarrolladas por ratones transgénicos de esta enfermedad. Sin embargo, los ensayos clínicos realizados hasta ahora no son concluyentes. Este estudio se ha diseñado para analizar en profundidad los cambios en ratones transgénicos y en ratones sanos de la misma edad, a fin de confirmar el potencial de la melatonina como neuroprotector.
El estudio ha demostrado que la melatonina podría tener un efecto protector a medida que el cerebro envejece, lo cual podría reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y, en el caso de aquellos que ya están afectados por la enfermedad, la melatonina podría proteger contra la degeneración de las neuronas.
El experimento se ha realizado con dos grupos de ratones de 6 meses, unos sanos y otros con características de patología de Alzheimer, que fueron tratados con una dosis diaria de melatonina (10 mg por kg de peso) hasta los 12 meses de edad.
Coral Sanfeliu, investigadora del IDIBAPS y del IIBB-CSIC, explica que todos los ratones mostraron mejoría en su comportamiento general de bienestar y de aprendizaje. “Ambos grupos de ratones estaban menos ansiosos, exploraban más y tenían más memoria que aquellos que no tomaban melatonina. Estos son signos de que sus conexiones cerebrales estaban de algún modo optimizadas por los efectos de la melatonina a nivel cellular”.
“Estos efectos incluyen la capacidad mejorada de las células para evitar acumular proteínas dañadas, para eliminar proteínas que ya no son funcionales y para luchar contra proteínas anormales”, añade la investigadora.
“También hemos podido demostrar que la melatonina no solo reduce la inflamación en los ratones transgénicos con Alzheimer, sino también en el grupo de ratones sanos. Esto es destacable, porque la inflamación, en grados que van de moderado a grave, está presente a medida que la enfermedad avanza”, comenta Sanfeliu.
Barbara Rita Cardoso, coautora del trabajo e investigadora del Institute for Physical Activity and Nutrition at Deakin University in Australia, explica que los pacientes de Alzheimer a menudo presentan alteraciones en el sueño y los tratamientos con melatonina pueden ayudar a mejorar este problema de salud. “La melatonina es una hormona natural producida principalmente durante el sueño; la exposición a la luz artificial suprime la liberación natural de melatonina, lo que ha sido asociado no solo con trastornos en el sueño sino con problemas cardiovasculares, gastrointestinales y digestivos, diabetes, obesidad, y depresión, entre otros”.
“Esto quiere decir que la melatonina podría mejorar la calidad del sueño en pacientes que no están afectados de Alzheimer y disminuir el riesgo de que desarrollen Alzheimer”, apunta Cardoso.
No obstante, los autores del trabajo advierten de que aún es pronto y se necesitan más estudios clínicos antes de aumentar la prescripción de melatonina. “Los modelos animales reproducen parcialmente aspectos de la enfermedad en estadios moderados. Podemos esperar que los fármacos que sean efectivos en roedores, en el caso de que también lo sean en pacientes, solo podrán ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad en etapas tempranas de la enfermedad”, señalan.
“Todavía no se ha conseguido una cura para el Alzheimer, ya que la enfermedad en humanos es mucho más compleja y presenta un largo periodo asintomático. Sin embargo, conseguir un retraso en su aparición y progresión significaría una gran disminución en el número de personas afectadas a nivel mundial”, apunta Coral Sanfeliu.
Barbara Cardoso añade que, “para demostrar la efectividad de la melatonina se necesitarían nuevos ensayos clínicos. Estamos aún lejos de poder curar el Alzheimer. No obstante, este estudio y otros realizados con animales, señalan la importancia de los ensayos clínicos humanos para evaluar los beneficios a largo plazo de la melatonina contra la neurodegeneración”.
"Sabemos que para cualquier tratamiento potencialmente efectivo, cuanto antes se aplique mejor será la respuesta, porque una vez que la enfermedad ha progresado será difícil lograr mejorías. Mientras tanto, una buena dieta y un sueño de calidad son una buena ayuda”, conclou.
Referencia del artículo:
Melatonin induces mechanisms of brain resilience against neurodegeneration.
Corpas R, Griñán-Ferré C, Palomera-Ávalos V, Porquet D, de Frutos PG, Franciscato Cozzolino SM, Rodríguez-Farré E, Pallàs M, Sanfeliu C, Cardoso BR.
J Pineal Res. 2018;e12515. https://doi.org/10.1111/jpi.12515