El síndrome de Brugada es una enfermedad genética que predispone al ataque cardíaco o a la muerte súbita a causa de una taquiarrítmia ventricular maligna. Para su diagnóstico se realiza una prueba de provocación con infusión intravenosa de fármacos bloqueadores del canal de sodio -siendo la ajmalina el más efectivo- para desenmascarar el patrón electrocardiográfico tipo I indicativo del síndrome. Esta prueba está indicada principalmente en pacientes jóvenes que presentan fibrilación auricular (FA) "solitaria", síncopes previos y/o una historia familiar con casos de muerte súbita ya que, aunque presentan un electrocardiograma basal normal, este puede sufrir cambios dinámicos con el tiempo. La prueba no está exenta de riesgos, pero su aplicación clínica diaria evita situaciones potencialmente letales. Como tratamiento del SB en este tipo de pacientes, una opción clara es la implantación de un desfribrilador cardioversor o ICD, pero aquellos que presentan episodios recurrentes de fibrilación ventricular pueden experimentar múltiples descargas del dispositivo, con el consiguiente deterioro de su calidad de vida.
Recientemente, se ha propuesto la técnica de ablación epicárdica basada en substrato como una solución a la fibrilación ventricular recurrente, pero los pocos casos estudiados no permitían ninguna conclusión firme al respecto. En este estudio, el equipo de investigación se propuso analizar esta metodología y comprobar los resultados en un amplio grupo de pacientes con SB, así como verificar la idoneidad de la técnica para normalizar las consecuencias de esta enfermedad genética.
Los resultados del estudio prospectivo realizado con 135 personas muestran que los pacientes con SB sintomático, independientemente de la presentación clínica o del patrón electrocardiográfico del síndrome, presentan un substrato anatómico y electrofisiológico bien definido, caracterizado por electrocardiogramas (ECG) ventriculares de baja frecuencia fragmentados y anormales. La cartografía endo-epicárdica combinada localizó el substato exclusivamente en la vía de salida del ventrículo derecho y en la pared libre del ventrículo derecho y el pericardio anterior, y la administración de ajmalina delineó su extensión y distribución como objetivo adecuado para la ablación exitosa.
Asimismo, el estudio demostró una relación objetiva entre el grado del tipo I del patrón electrocardiográfico (ECG) y la extensión del substrato; cuanto más ancha es la zona anormal, mayor es la elevación del segmento ST y la apariencia de tipo acanalado. La ablación del sustrato normalizó el patrón ECG sin complicaciones, dando como resultado la no inducibilidad de taquicardia ventricular/fibrilación ventricular (TV/FV) en todos los pacientes. La ajmalina se repitió sistemáticamente durante el seguimiento y dió negativo en todos los aspectos excepto en 2, que requirieron la repetición del procedimiento.
A lo largo de un seguimiento medio de 10 meses realizado a 135 pacientes con SB sintomático, solamente 2 de ellos (1,5%), con síntomas relacionados con el SB y con múltiples episodios recurrentes de TV/FV antes de la ablación, experimentaron un episodio de TV/FV después del procedimiento, y en uno de ellos el desequilibrio electrolítico fue el mecanismo desencadenante.
Estos descubrimientos son clínicamente importantes, ya que demuestran por primera vez la función terapéutica efectiva de la ablación epicárdica a la hora de prevenir la fibrilación en pacientes de SB con alto riesgo de fibrilación ventricular.
Referencia del artículo: Pappone, Brugada, Vicedomini, Ciconte, Manguso, Saviano, Vitale, Cuko, Giannelli, Calovic, Conti, Pozzi, Natalizia, Crisà, Borrelli, Brugada, Sarquella-Brugada, Guazzi, Frigiola, Menicanti, Santinelli (2017): Electrical Substrate Elimination in 135 Consecutive Patients With Brugada Syndrome. Circ Arrhythm Electrophysiol. 2017 May;10(5):e005053. doi: 10.1161/CIRCEP.117.005053.