La complejidad de la enfermedad de Alzheimer, así como la interacción con otras demencias y procesos normales del envejecimiento, impiden un diagnostico certero. A pesar de los grandes esfuerzos invertidos en entender mejor esta patología, no se puede tener un diagnóstico 100% fiable hasta analizar el cerebro tras la defunción del paciente. Por eso resultaría un avance importante poder disponer de herramientas para un diagnóstico eficaz antes de que se presenten los síntomas clínicos. Así se facilitaría también el diseño de estudios clínicos para verificar la respuesta a diferentes tratamientos de los pacientes en las primeras fases de evolución.
Para este estudio se analizó el líquido cefaloraquídeo de pacientes que presentaban indicadores bioquímicos relacionados con la enfermedad pero que todavía no tenían síntomas clínicos. Estos indicadores, como la disminución de beta-amiloide o el aumento de tau en el líquido cefaloraquídeo, requieren técnicas complejas para su cuantificación y se desconoce si son causa o consecuencia de la enfermedad. En las muestras de pacientes precoces observaron que el líquido cefaloraquídeo contenía niveles bajos de ADN mitocondrial, el material genético propio de las mitocondrias que son el motor energético de la célula. Ningún otro orgánulo celular, aparte del núcleo, contiene ADN. Esta observación se replicó con otra cohorte de pacientes preclínicos cedida por el Hospital de Sant Pau y finalmente con un tercer grupo de pacientes jóvenes con una mutación que produce Alzheimer en edades tempranas. Todos ellos tenían niveles reducidos de ADN mitocondrial en el líquido cefaloraquídeo.
De confirmarse la eficacia de este descubrimiento en nuevos estudios, se trataría de un nuevo biomarcador para la enfermedad de Alzheimer muy fácil de detectar con técnicas tan extendidas y sencillas como la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). Además, el trabajo publicado en Annals of Neurology (1), que ha recibido un comentario editorial positivo en Nature Reviews Neurology (2), sugiere la posibilidad de que la regulación del número de copias de DNA mitocondrial podría ser importante en los orígenes de esta demencia. Los investigadores del IDIBAPS-IIBB-CSIC han confirmado con técnicas de microscopía que las mitocondrias de los pacientes en las primeras fases de la enfermedad tendrían un comportamiento alterado, viendo reducida su actividad de fisión y fusión. Habrá que seguir investigando y replicar estos resultados en otros laboratorios para valorar correctamente el impacto de este descubrimiento.
Referencias: (1) Podlesniy P, Figueiro-Silva J, Llado A, Antonell A, Sanchez-Valle R, Alcolea D, Lleo A, Molinuevo JL, Serra N, Trullas R. Low CSF concentration of mitochondrial DNA in preclinical Alzheimer's disease. Ann Neurol. 2013 Jun 22. doi: 10.1002/ana.23955. [Epub ahead of print] Consulten el Abstract del artículo (2) Kingwell K. Alzheimer disease: CSF levels of mitochondrial DNA-a new biomarker for preclinical Alzheimer disease? Nat Rev Neurol. 2013 Jul 9. doi: 10.1038/nrneurol.2013.134. [Epub ahead of print] Consulten el Abstract del artículo
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