La técnica consiste en realizar una laparoscopia procediendo a la exeresis de una parte del córtex ovárico, que posteriormente es fragmentado y reinsertado al ovario contralateral de la paciente. Tras la intervención se estimula hormonalmente a la mujer durante unas semanas con el objetivo de obtener ovocitos y posteriormente ser fecundados por un procedimiento de FIV (Fecundación in Vitro). Esta técnica, avalada por el Comité de Ética del Hospital Clínic de Barcelona, ha dado frutos y ha provocado que una mujer haya sido madre a finales de agosto. La explicación de esta técnica pionera ha salido publicada recientemente en la revista 'Journal of Ovarian Research, 2018')
Esta técnica pionera y puesta en práctica por el equipo del Dr. Francesc Fàbregues del Hospital Clínic de Barcelona se ha aplicado en 12 mujeres. El 50% de las mujeres han conseguido a tener actividad ovárica después de la intervención y una chica se ha podido quedar embarazada y ha sido madre. Se calcula que un 1% de la población femenina tiene menopausia avanzada.
El concepto de la activación del tejido ovárico en pacientes con fallo ovárico prematuro fue introducida por un grupo de doctores japoneses. Estos publicaron un artículo en el que explicaban que este procedimiento lo hacían realizando dos laparoscopias ya que por un lado, fragmentaban el tejido, y por otra, la intentaban activar mediante sustancias farmacológicas. Se han publicado tres embarazos con esta técnica, pero requería de dos laparoscopias. La novedad, por tanto, de la técnica utilizada en el Hospital Clínic es que todo este proceso se ha hecho en una sola intervención y que el tratamiento del tejido ovárico no ha sufrido un proceso farmacológico, sino mecánico, que demuestra ser suficiente. La técnica utilizada es, por tanto, mucho más barata y más ágil que la utilizada por el equipo de doctores japoneses.
La laparoscopia es una técnica que permite la visión de la cavidad pelviabdominal con la ayuda de unos dispositivos ópticos, introducidos a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal. A través de una de estas, la fibra óptica se transmite a la luz que ilumina la cavidad, mientras que se observan las imágenes del interior con una cámara conectada al misma lente.
Una menopausia precoz se produce cuando una mujer nace con una reserva menor que la esperada de los fólicuos ováricos o cuando, por diversas razones, los folículos se consumen más rápido que de costumbre. Se considera que una mujer sufre menopausia avanzada cuando tiene síntomas antes de los 40 años. En promedio, la mujer comienza la vida con 300 a 400 mil folículos ováricos. Aunque liberar sólo un óvulo por ciclo menstrual, el proceso de maduración del óvulo consiste en el desarrollo de varios folículos a la vez. Al final del proceso, sólo uno de los diversos folicos llega a madurar, dándose origen al óvulo.
Durante los 30 o 40 años del período fértil, la mujer consume todo sus folículos, entrando a la menopausia en el momento que ya no posee más reserva de folículos ováricos. Cuando los ovarios dejan de funcionar, la mujer ya no produce hormonas sexuales, como estrógeno y progesterona, y deja de ovular, volviéndose infértil.
Además de sufrir los síntomas típicos de la menopausia, como sofocos, secuencias vaginales y cambios de humor, muchas mujeres que experimentan la menopausia precoz tienen pueden sufrir problemas emocionales importantes.
* Artículo publicado en Journal of Ovarian Research, 2018.