El ensayo se ha realizado gracias a la financiación de la Fundació Glòria Soler, la Gala Sida Barcelona y el Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Estos fondos complementan los recibidos en el marco del programa HIVACAT, impulsado por la Obra Social “la Caixa”, los departamentos de Salud y de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya y la Fundació Clínic. Los resultados preliminares se han presentado en la Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections (CROI), la más importante del mundo sobre infección por VIH/sida, que se celebra en Seattle.
Debilitar el virus y reforzar el sistema inmunitario
Cuando una persona interrumpe el tratamiento antirretroviral, habitualmente su nivel de virus en sangre experimenta un rebote a lo largo de las 4 primeras semanas después de dejar los fármacos. En el caso de estos 5 pacientes, se han observado pequeños repuntes esporádicos de la carga viral, pero que han descendido al poco tiempo. "Es como si se hubiera conseguido por un lado debilitar al virus y por otro reforzar el sistema inmunitario de los pacientes, de forma que reaccione de forma efectiva ante los intentos del virus de repuntar y haciendo desaparecer de nuevo la carga viral", explica la Dra. Beatriz Mothe, investigadora asociada de IrsiCaixa, doctora de la Fundación Lucha contra el Sida y coordinadora del ensayo.
Se trata de un comportamiento similar al que se observa en los llamados "controladores virémicos", personas cuyo sistema inmunitario puede controlar de manera natural la cantidad de virus en sangre, sin fármacos. "Pero nunca se había conseguido que un número relevante de participantes en un ensayo se convirtieran en controladores virémicos después de una intervención terapéutica, ya sea una vacuna o cualquier otra inmunoterapia", añade la Dra. Mothe. "Es un avance muy relevante porque demuestra por primera vez que esto es posible. Ahora tenemos que conseguir entender cómo podemos aumentar la eficacia de esta estrategia para que sea efectiva en todos los pacientes; ya sea con mejores vacunas, con ciclos repetidos de dosis inferiores de fármacos reactivadores o con otros productos que están en desarrollo. Hay muchas preguntas aún por contestar", apunta el Dr. José Moltó, médico y co-investigador principal por parte de la Fundación Lucha contra el Sida. Estudios previos realizados por otros centros, con diferentes vacunas y fármacos y en personas con infección crónica, no habían conseguido ningún resultado similar.
El objetivo: 'despertar' al virus latente y destruir las células infectadas
El reservorio viral está formado por células infectadas por el VIH que permanecen latentes dentro del organismo. Debido a su inactividad, estas células no pueden ser detectadas por el sistema inmunitario. El reservorio es la causa por la que el tratamiento no puede interrumpirse nunca y la única forma de destruirlo es despertando al virus para detectar dónde se esconde y destruir las células infectadas mediante una respuesta inmunitaria efectiva (lo que en inglés se conoce como estrategia “kick&kill”).
Este era el objetivo del ensayo de prueba de concepto presentado hoy en el CROI, llamado BCN 02-Romi. En este ensayo, 15 pacientes recibieron dos dosis de refuerzo de la vacuna MVA.HIVconsv, seguidas de 3 dosis de Romidepsina proporcionada por Celgene. La Romidepsina es un quimioterápico utilizado para enfermedades hematológicas, que fue utilizada porque estudios previos habían demostrado que puede revertir la latencia del VIH.
Los participantes en los que se detectó una respuesta inmunitaria favorable a la vacuna fueron invitados a interrumpir el tratamiento y seguir controles semanales. Según los resultados hasta la fecha y presentados en el CROI, hay 5 "controladores virémicos" potenciales, 8 pacientes que reiniciaron el tratamiento en cuanto se detectó un rebote viral, una persona que dejará en breve de tomar la medicación y una que no mostró una respuesta inmunitaria favorable tras la vacunación.
Cohorte de personas con infección reciente y tratamiento precoz
Los participantes del ensayo forman parte de una cohorte de individuos que empezaron a tomar tratamiento durante los primeros 6 meses después de la infección por el VIH (lo que se conoce como "tratamiento precoz "). Los análisis corroboran la importancia de la detección precoz de la infección y sugieren que el inicio del tratamiento durante las primeras semanas después de la infección puede contribuir al mantenimiento de una respuesta inmunitaria fuerte y funcional, favoreciendo potencialmente una mejor respuesta a la vacunación. Para la elaboración de esta cohorte se cuenta desde hace más de 3 años con la colaboración del centro comunitario de detección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual BCN Checkpoint, que también participa en el ensayo con el seguimiento semanal de los pacientes durante la interrupción del tratamiento, mediante tecnología punta que permite detectar cualquier rebote viral en menos de 90 minutos.
Imagen: Equipo del Hospital Clínic-IDIBAPS participante en el ensayo. De izquierda a derecha: Josep Maria Miró, Cristina Rovira, Míriam García, Carmen Hurtado, Carmen Ligero y Christian Manzardo.
Fuente: IrsiCaixa