El carcinoma hepatocelular (HCC) es la forma más común de cáncer de hígado y representa entre el 70-85% de los tumores hepáticos malignos. Se trata del sexto tipo de cáncer más común en el mundo, se diagnostican 780.000 nuevos casos/año y es la tercera causa de muerte por cáncer. En la actualidad sólo hay una opción de tratamiento sistémico aprobado para pacientes con HCC, Sorafenib. Cuando este fármaco falla y la enfermedad progresa, no hay opciones de tratamiento de segunda línea de eficacia probada para los pacientes con esta enfermedad.
En el estudio que publica la revista The Lancet han participado 573 pacientes con carcinoma hepatocelular. Se les dividió aleatoriamente en dos grupos: 379 fueron tratados con Regorafenib, además del mejor tratamiento de soporte disponible, y 194 recibieron placebo, además del mismo tratamiento de soporte. Los resultados demuestran que el tratamiento retrasa la progresión del cáncer, con una reducción del 38% del riesgo de muerte durante el periodo del estudio. Además se trata de un fármaco seguro y bien tolerado por los pacientes (sólo un 10% de los pacientes tuvieron que abandonar el estudio a causa de la toxicidad del tratamiento). Por tanto, se logra una mejoría muy significativa de la supervivencia de los pacientes.
“En los últimos 10 años ningún otro fármaco ha superado a Sorafenib como tratamiento de primera línea y ningún otro ha obtenido resultados positivos como terapia de segunda línea frente a placebo. Por tanto, los resultados observados con Regorafenib representan un avance muy relevante para los pacientes y ofrecen una opción terapéutica adicional”, señala el Dr. Bruix investigador principal del estudio RESORCE, así como del estudio de fase III SHARP, que hace casi 10 años demostró la eficacia de Sorafenib en este tipo de tumor. “El futuro del tratamiento de este tipo de cáncer es la combinación de diferentes fármacos o la combinación con moduladores de la inmunidad”, concluye.