La nueva versión del libro, presentadas por Marina Geli, consellera de Salut, y Ernest Maragall, conseller de Educació, muestra cómo los personajes siguen unos hábitos saludables a la hora de tomar el sol. Ahora Teo se pone crema protectora antes de salir de casa, juega con sus amigos con gorra y camiseta y descansa bajo una sombrilla. El objetivo es que sirva de ejemplo para los más pequeños y sus familias a la hora de ir a la playa, evitando los efectos nocivos del sol.
Una de las causas principales del cáncer de piel es la exposición excesiva al sol sin precaución. El melanoma es el más agresivo y está asociado a episodios de quemadas solares. Es una enfermedad poco frecuente pero con una morbilidad y una mortalidad elevadas. Según datos del Plan Directos de Oncología, en Cataluña, en 2010, se prevé que se diagnosticarán 346 melanomas de piel nuevos en hombres y 569 en mujeres. Des de 1985 hasta el 2002, el número de diagnósticos nuevos de melanoma de piel se ha incrementado un 1,67% cada año en hombres y un 5,94% en mujeres. El cáncer no melanoma está asociado a la exposición solar acumulada al largo de la vida y aparecen en los lugares del cuerpo más expuestos. Suponen el 95% de todos los cánceres de piel.
Medidas de protección
Para poder disfrutar del sol de forma saludable, los expertos indican una series de recomendaciones aplicables para toda la población, como son: empezar a tomar el sol de manera gradual; evitar la exposición prolongada y las horas de máxima intensidad (12:00h-16:00h); protegerse con camisetas, gorra o sombreros de ala amplia; llevar gafas de sol homologadas; utilizar crema de factor de protección elevado (superior a 20), aplicada en cantidad suficiente y horas antes de exponerse al sol, y barra labial protectora; beber agua para evitar deshidratación y evitar tomar el sol si se está siguiendo algún tratamiento con medicación fotosensible.
Además, es necesario tener en cuenta otras indicaciones. No sufrir calor no significa que se evite la quemadura solar. Las quemaduras se deben a la exposición a los rayos ultraviolados y el efecto térmico, en cambio, a la radiación infrarroja. De la misma manera, el hecho que esté nublado tampoco evita las quemaduras. La aplicación de productos fotoprotectores, además, no se puede considerar una manera segura de proteger la piel, ni un medio para prolongar la exposición al sol.
Tomar el sol con una exposición prolongada produce daños y envejecimiento de la piel y arrugas prematuras, afectando también a los ojos y pudiendo alterar el sistema inmunológico. Por otro lado, en la playa, el agua y la arena reflejan la luz y aumentan la intensidad solar, efecto que también se produce en la montaña a más altitud o con nieve. En todo caso, también es necesario tener en cuenta que toda exposición a radiaciones ultravioletas es perjudicial para la piel, como los rayos de las lámparas y las camas de sol artificial.