“He intentado no faltar nunca al trabajo para cuidar de mis hijos y he sido siempre la primera que me he quedado más rato cuando ha sido necesario”. Sostiene que quizás la presión se la ha impuesto ella misma. Al mismo tiempo, defiende su rol de pareja, de madre a la hora de cuidar sus hijos... “También he hecho los disfraces en carnaval hace unos días”, concluye. Esta actitud demuestra, una vez más, el esfuerzo que tienen que hacer las mujeres de ciertos colectivos para luchar por la igualdad en su puesto de trabajo. La Dra. Irene Bello del Servicio de Cirugía Torácica lo ha vivido en primera persona: “por ser mujer y por ser joven he tenido que demostrar que puedo hacer el trabajo igual o mejor que un hombre”.
Ser mujer y cirujana es un binomio difícil de combinar, pero durante los últimos años se han ido ganando algunas batallas. “Hace años la situación era peor. Tenemos un techo de cristal espectacular” dice la Dra. Irene Bello. Un ejemplo de que la situación ha mejorado (aunque sea un poco) lo explica la Dra. Dulce Momblán, jefa en funciones del Servicio de Cirugía Gastrointestinal: “en nuestro Servicio, ahora, hay más mujeres que hombres, pero esto antes no era así y tampoco es así en otros Servicios de España”.