El ictus es una enfermedad con un impacto social muy alto. En Cataluña es la primera causa de mortalidad entre las mujeres, la tercera entre los hombres y la primera causa de discapacidad. Se produce por una alteración de la circulación de la sangre al cerebro y el tratamiento precoz es básico para conseguir que el paciente se recupere y minimizar sus secuelas. En un 15% de los casos la causa es una hemorragia cerebral pero los ictus más comunes son los isquémicos (85%), en el que una arteria del cerebro se obstruye por un trombo.
Hasta hace poco, el único tratamiento eficaz de que se disponía para tratar el ictus isquémico era la trombólisis endovenosa, pero este tratamiento tiene una eficacia muy limitada en los ictus graves y complejos. Esto explica que en los últimos años un número creciente de estos casos se haya tratado con terapias endovasculares como la trombectomia mecánica. Esta técnica consiste en utilizar catéteres que tienen una malla (stent) que atrapa el trombo y luego lo extrae. El procedimiento empleado es de una enorme complejidad pues supone llegar a áreas muy delicadas del cerebro para navegación endovascular y extraer el trombo mediante la introducción de un catéter desde la arteria femoral hasta el área afectada; por ello, sólo puede ser realizado en hospitales terciarios con profesionales altamente cualificados.
El estudio REVASCAT ya demostró hace dos años que estos pacientes multiplican por 4 las posibilidades de tener más autonomía en las actividades básicas de la vida diaria. También aumentan un 70% las opciones de recuperación de la capacidad funcional, reducen a más de la mitad el tamaño final del infarto cerebral causado por el ictus y tienen una mejor calidad de vida.
Ahora, gracias al estudio publicado en Lancet Neurology, se ha demostrado que este tratamiento, además de los beneficios para el paciente, también tiene implicaciones importantes para su evaluación a nivel de coste-eficacia a largo plazo. El estudio ha realizado controles a los pacientes al cabo de cinco días, tres meses y un año después del tratamiento, y los resultados evidencian que la mejora que experimentan los pacientes durante los primeros días después del tratamiento es estable hasta pasado un año.
Entre noviembre de 2012 y diciembre de 2014 hasta 200 pacientes catalanes han participado en este trabajo de investigación que, junto con los de otros grupos internacionales, ha sido un ensayo clínico pionero en el ámbito de la patología vascular cerebral.
La publicación de este artículo ha sido un trabajo conjunto realizado entre seis hospitales de referencia catalanes, y con la colaboración de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos).
Referencia del artículo:
Safety and efficacy of thrombectomy in acute ischaemic stroke (REVASCAT): 1-year follow-up of a randomised open-label trial. Dávalos A, Cobo E, Molina CA, Chamorro A, de Miquel MA, Román LS, Serena J, López-Cancio E, Ribó M, Millán M, Urra X, Cardona P, Tomasello A, Castaño C, Blasco J, Aja L, Rubiera M, Gomis M, Renú A, Lara B, Martí-Fàbregas J, Jankowitz B, Cerdà N, Jovin TG; REVASCAT Trial Investigators. Lancet Neurol. 2017 Mar 16. pii: S1474-4422(17)30047-9. doi: 10.1016/S1474-4422(17)30047-9.
Fuente: Departament de Salut