La seguridad de la vacuna es uno de los aspectos que más suele preocupar a la población. Por ello, en 2011 se llevó a cabo una encuesta entre los profesionales vacunados en el Clínic para poder registrar posibles acontecimientos adversos.
La encuesta mostró que la vacuna es generalmente muy segura y bien tolerada. Las reacciones locales son las más frecuentes, suelen ser leves y no interfieren en las actividades cotidianas de las personas vacunadas. Y, finalmente, las reacciones sistémicas son mucho menos frecuentes que las locales.