Estos datos, presentados en el Congreso de la Academia Americana de Neurología, avalan la idea del desarrollo de terapias con fármacos neuroprotectores que prevengan y mejoren el curso de enfermedades como la Esclerosis Múltiple, pero las expectativas también se abren a otras patologías como el Parkinson o el Glaucoma. En este sentido, la Unión Europea acaba de dar el visto bueno a la creación del consorcio europeo CombiMS para desarrollar nuevos paradigmas para la mejora del proceso de descubrimiento de nuevos fármacos mediante la biología de sistemas.
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que resulta del ataque del sistema inmune al sistema nervioso central (SNC) que conduce a la pérdida de la mielina y daño axonal, provocando una discapacidad a largo plazo. La fisiopatología de la esclerosis múltiple es compleja, con participación de factores genéticos y ambientales que definen la susceptibilidad a generar el ataque autoinmune. En la última década varios fármacos inmunomoduladores han sido aprobados como proteínas recombinantes, el interferón-beta, anticuerpos monoclonales, como natalizumab, o productos químicos pequeños, tales como acetato de glatiramer, o fingolimod. Además, hay una gama de nuevos inmunomoduladores en fases II o III de estudio. Sin embargo, en la actualidad no existen tratamientos aprobados que reduzcan directamente el daño al sistema nervioso o mejoren su reparación, lo cual es prioritario para los pacientes con secuelas. Los nuevos agentes neuroprotectores han sido identificados en los estudios preclínicos pero su desarrollo está siendo lento y difícil por la ausencia de un conocimiento adecuada y profundo de los mecanismos de daño del SNC por la inflamación, así como por la falta de plataformas clínicas para probar su eficacia.
Ahora se abre una gran oportunidad ya que se pueden hacer diagnósticos cada vez más precoces de la enfermedad lo que da pie a iniciar la prevención antes y las mejoras tecnológicas en diagnóstico por la imagen han mejorado mucho permitiendo y facilitando la evaluación de los avances en estos fármacos. Estos avances presentados por Bionure en fase preclínica con estudios de laboratorio in vitro y con animales son el resultado de esta nueva visión de la enfermedad y de su tratamiento y darán paso a la fase clínica en humanos que si todo el proceso se desarrolla bien empezarán en verano 2013. El diseño del estudio en humanos se centrará inicialmente en el tratamiento agudo de la esclerosis múltiple por vía intravenosa lo que permitirá al equipo de investigación detectar los efectos neuroprotectores en fases agudas de la enfermedad. Los siguientes pasos buscarán mediar fases crónicas y otras vías de administración del fármaco como la vía oral.
Liderando un nuevo proyecto europeo
La Unión Europea ha aprobado la creación de CombiMS, un proyecto europeo para desarrollar un nuevo método basado en la biología de sistemas para mejorar el proceso de descubrimiento de fármacos. Tiene una duración de dos años y una asignación presupuestaria de 3 millones de €. El consorcio que lo gestionará Bionure cuenta con 8 socios, unos académicos como son el IDIBAPS – Hospital Clinic de Barcelona; la Universidad de Zurich (Suiza); el Karolinska Institute (Suecia); los hospitales de La Charité (Alemania) y el Instituto Europeo de Bioinformática del European Molecular Biology Laboratory (Reino Unido) y otros socios empresariales como son Anaxomics Biotech (Barcelona), Prot-At-Once (atenas) y la propia Bionure Farma que lidera el proyecto.
A través de la aplicación de esta nueva metodología, CombiMS quiere identificar las nuevas terapias de combinación para el tratamiento de la EM, así como biomarcadores de la respuesta al tratamiento. La aplicación de estos hallazgos a la canalización de las PYME participantes, ya sea como nuevas terapias en fase de desarrollo, o como las nuevas tecnologías (modelos computacionales y software), mejorará la competitividad del sector de la biotecnología en el mercado global. Además, el éxito de este enfoque a nivel industrial proporcionará pruebas de concepto de que puede proporcionar resultados útiles a corto plazo. Los enfoques tradicionales de descubrimiento de fármacos utilizados para desarrollar terapias combinadas requieren testar todas las posibles combinaciones. Este enfoque es claramente prohibitivo en términos de tiempo y recursos debido a su naturaleza combinatoria y exponencial, así como en términos de la exposición potencial de los individuos a los efectos secundarios inesperados. El nuevo enfoque explora las posibles combinaciones in silico, por lo tanto estrechando las posibles combinaciones de medicamentos basadas en su eficacia y toxicidad. La eficacia y seguridad de estas combinaciones de medicamentos puede ser evaluada utilizando los modelos computacionales desarrollados, probados in vitro y validado en ensayos ex vivo con células primarias de pacientes con EM y en modelos animales de la EM.