La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) constituye una de las principales causas de muerte e incapacidad en el mundo, afectando a un 10% de la población. Está asociada al tabaco –entre un 20 y un 25% de los fumadores desarrolla la enfermedad -, y se caracteriza por la dificultad del paso del aire por los bronquios, lo que produce ahogo al andar o realizar actividades físicas. El Hospital Clínic de Barcelona y la Conselleria de Salut acogen hoy y mañana en Barcelona la conferencia de clausura del Proyecto Europeo Better Breathing, coordinado en España por el Dr. Albert Alonso, responsable de proyectos de innovación en la dirección de Sistemas de Información del hospital. En estas jornadas, co-organizadas por al Fundació TICSalut, se expondrán los resultados obtenidos a nivel europeo y se discutirán las estrategias a seguir sobre el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas de salud en general y a las enfermedades respiratorias en particular.
Los investigadores del proyecto se han centrado en dos aspectos básicos del diagnóstico y seguimiento de los pacientes con EPOC. Por un lado, han evaluado la eficacia en el uso de la espirometría, prueba que se realiza de forma rutinaria en los servicios de neumología, en los Centros de Atención Primaria, ya que juegan un papel esencial en el seguimiento de enfermedades respiratorias crónicas como el EPOC o el asma. Para ello se ha diseñado una aplicación que permite desplegar un programa de control de calidad de las mismas. Transcurridos 12 meses de aplicación del programa, los resultados obtenidos demuestran un aumento en la calidad de las mismas, permitiendo un mejor diagnóstico o seguimiento de la EPOC.
El otro objetivo del proyecto ha sido realizar un programa de rehabilitación para pacientes diagnosticados con EPOC. El programa se divide en dos periodos. En el primero el paciente asiste a un entrenamiento en el hospital durante dos meses; y en el segundo se le propone una rutina de ejercicio fuera del hospital para que practique actividades físicas comunes –caminar, ir en bicicleta, etc.-. El control del paciente se realiza desde su domicilio mediante un pulsioxímetro conectado a un teléfono móvil que envía los datos al centra de salud.
El estudio ha demostrado que el hecho de alcanzar niveles adecuados de actividad física diaria, junto con el programa de rehabilitación controlado, es eficaz para mantener e incluso incrementar los efectos del entrenamiento en pacientes con EPOC. Los parámetros medidos en cuanto a calidad de vida y capacidad de esfuerzo mejoran considerablemente en los pacientes que han seguido el programa, como demuestra la medida de la tolerancia al ejercicio, que aumenta de forma notable en el grupo intervenido respecto al control. Con esta tecnología móvil se consigue educar a personas con esta enfermedad, promover un estilo de vida saludable y mejorar el tratamiento –farmacológico y no-farmacológico -, lo hace que los pacientes incrementen su calidad de vida e ingresen con menos frecuencia en el hospital.
Las conclusiones a las que se han llegado con este proyecto indican que el hecho de realizar un diagnóstico precoz y el pautar una rutina de ejercicio controlada y seguida por los especialistas, son componentes clave en el manejo de estos pacientes, aumentando su esperanza de vida y contribuyendo a la contención del gasto sanitario.