Las situaciones de riesgo de exclusión social dificultan la asistencia sanitaria y el seguimiento de colectivos como las trabajadoras del sexo que ejercen en la calle. La colaboración entre instituciones sanitarias y las ONGs es una gran oportunidad para incidir en las conductas de riesgo a través de estrategias de reducción de daños y para investigar para ofrecer futuras soluciones en la prevención de la infección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual. El problema con el que se encuentran los investigadores a la hora de trabajar con esta población es que, por la situación de exclusión y precariedad social en la que viven, a menudo las participantes abandonan los estudios.
La revista Human Vaccines and Immunotherapeutics Journal ha publicado un artículo (http://www.landesbioscience.com/journals/vaccines/article/22903/) en el que investigadores del IDIBAPS-Hospital Clínic presentan estrategias para mejorar la adherencia y la voluntad de participación de mujeres trabajadoras sexuales en estudios para la prevención del VIH y en ensayos de vacunas preventivas contra el sida. En el estudio se quería demostrar que, mejorado las estrategias de retención, se podría aumentar la tasa de adherencia de colectivos altamente expuestos al VIH y de difícil retención.
Exposición al VIH y nivel educativo, incentivadores de participación
Los investigadores dividieron a las participantes en el estudio en dos grupos. En uno se utilizaron estrategias de mejora de la retención y en el otro se siguió con la actividad tal y como se había hecho hasta entonces. Con la comparación de los resultados obtenidos se observó una diferencia estadísticamente significativa entre los dos grupos. Se asoció significativamente la voluntad de participación: a una mayor exposición de riesgo al VIH, al tiempo en el estudio y a un mayor nivel educativo. También se extrajo que retener con éxito a las participantes con un alto riesgo de exposición al VIH es un desafío que se debe abordar para asegurar su participación en ensayos futuros. Además, a pesar de que, como se ha demostrado, la retención de este sector es más difícil, este hecho no las ha de excluir como población diana para la vacuna contra el VIH y los ensayos de prevención.
Mayor retención con estrategias de mejora
En el estudio participaron 251 mujeres, 130 en el grupo en el que se implementaron las estrategias de mejora y 121 en el que se continuó con la práctica habitual. Las medidas que se llevaron a cabo para potenciar la participación y la retención se centraron en la comunicación (envío de SMS y llamadas telefónicas de recordatorio), en pequeñas incentivaciones económicas, en la realización de cursos y talleres de formación, y en el acceso a otros servicios sanitarios y psicosociales.
Entre los resultados más concluyentes, cabe destacar la diferencia en la retención de participación entre el grupo en el que se llevaron a cabo las mejoras y en el que se continuó con la práctica habitual. Por un lado, en el grupo en el que se implementaron las medidas, se consiguió una adherencia del 70% a los 12 meses y una voluntad de participación del 97% en la visita basal del estudio. En el grupo en el que se mantuvo la práctica habitual en cambio, a los 12 meses la adherencia era del 13% y la voluntad de participación en la visita basal era del 89%.
Fotografías contra la exclusión social
Con motivo de la publicación de este estudio y como resultado de la colaboración del fotógrafo Kim Maresa con el Proyecto, se presenta hoy una exposición de fotografías. Ubicada en la 1ª planta del Hospital Clínic y titulada Mirall Trencat, los responsables del proyecto y el autor han querido reflejar los sueños y esperanzas de las protagonistas y participantes en el estudio. Por otro lado, en sus fotografías se representa la solidaridad de la sociedad en la lucha contra la pobreza y la exclusión social mediante imágenes del día a día del Proyecto.
Catálogo de la exposición: http://blog.hospitalclinic.org/clinic/20130207_AF_Montaje_Kim_Hospital_BR2.pdf