Con la incorporación del CAPSBE a S.O.S. Refugiats, el Clínic centra su actividad en dos programas especializados de cooperación sanitaria: uno está dedicado a la salud mental y lo coordina la Dra. Ma. Luisa Imaz, el otro, a la ginecología y la obstetricia, lo coordina la Dra. Goncé.
¿En qué momento se encuentra S.O.S. Refugiats en cuanto al nuevo programa de ginecología y obstetricia?
Nosotros queremos seguir ayudando, pero lo queremos hacer valorando siempre las necesidades que hay en los campamentos. Por eso fui, porque desde Barcelona puedes pensar que necesitan determinadas cosas que luego la realidad de allí te desmiente. Hacía falta conocer de primera mano qué es lo que necesitan.
¿Qué te encontraste a los campamentos que visitaste?
Visité un hotel que depende del campo de Diavatá y también fui al campo de Loutrá y al de Mouries, donde hay unos 1.000 refugiados en total. En Loutrá es donde hay más gente ahora, se encuentran unas 700 personas, la mayoría kurdos-iraquíes. En estos momentos están en apartamentos, las condiciones de vida son buenas, y tienen un servicio médico que tiene una presencia diaria.
¿Cuáles son las áreas ginecológicas donde puede actuar S.O.S. Refugiats?
Dentro de la salud materno-ginecológica hay tres puntos importantes: el control del embarazo, la planificación familiar y el control puerperal, incluyendo el desarrollo de programas sanitarios como la incentivación de la lactancia materna entre las mujeres.
¿Qué conclusión sacaste sobre el papel que puede tener S.O.S. Refugiados en el ámbito de la salud de la mujer?
Ahora WAHA ha contratado dos comadronas griegas muy bien formadas, ginecólogo no hay, pero en los campos va siempre un médico internista acompañado de una comadrona. Además, a todas las embarazadas las envían a los hospitales griegos para hacerse, como mínimo, un análisis de embarazo y una ecografía, aunque a veces se hacen más de una. Desde el punto de vista de planificación familiar, tienen anticonceptivos que pueden utilizar y con respecto a la lactancia, las comadronas estaban muy concienciadas para fomentarla.
¿Cuál será, pues, el papel de S.O.S. Refugiats en la zona de Tesalónica?
El sistema sanitario de esta zona está bien organizado por WAHA, en coordinación con otras ONGs y con los hospitales griegos. Por tanto, hay dos posibilidades: una, que en el futuro en estos campos haya mucha más gente. Esto es una previsión que tiene WAHA, creen que de 1500 personas que hay en total en esta zona se pueda pasar a 4000 entre nuevos refugiados y otros que puedan ser desplazados desde las islas. La otra posibilidad es que donde tengamos que concentrar nuestros esfuerzos no sea la zona de Tesalónica y sea las islas cercanas a la costa turca (Quíos, Kos, Leros ...) o bien, tal vez, incluso otros campos situados en otros países europeos.
¿Hay alguna demanda particular de WAHA en estas islas?
A Quíos y Kos, que es donde S.O.S. Refugiats ha tenido presencia, hay una ginecóloga, por eso WAHA me pidió ir a la zona de Tesalónica. Allí vi que el sistema sanitario está bien organizado y ahora WAHA nos pregunta si podemos aportar comadronas en las islas de Quíos y Kos. Estamos haciendo una prospección, no sólo a través de la información que nos da WAHA, sino que también gracias al personal del CAPSBE que están en estos momentos allí. Cuando tengamos los datos decidiremos si realmente vale la pena enviar una comadrona o no.
¿Cuál es tu impresión personal de la situación que te encontraste?
Yo esperaba encontrarme unas condiciones de vida mucho más duras de lo que vi en la zona de Tesalónica. Otra cosa es todo lo que arrastran estos refugiados. Cuando fui allí aproveché para hacer algunas visitas ginecológicas y en el registro médico de una paciente ponía que vio como decapitaban a su padre y a su hermano ante ella.