Estudios anteriores del grupo habían demostrado que estas células también podrían tener efectos no deseados al promover el desarrollo de lesiones en los vasos pulmonares ya existentes, tales como los que se observan en la hipertensión pulmonar asociada a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). En el presente estudio abordan alguna de las vías moleculares por las que estas células se diferenciarían a células del tipo muscular lisa (mesenquimal) en lugar de hacerlo a células endoteliales, lo que abre las puertas para el estudio de futuros tratamientos de la hipertensión pulmonar.
La presencia de hipertensión pulmonar en la EPOC tiene un pronóstico grave ya que disminuye las expectativas de vida de las personas que la padecen. Las causas de la hipertensión pulmonar en esta enfermedad son poco conocidas todavía, pero se han visto cambios importantes en la estructura de la pared de los vasos pulmonares, lo que condicionaría un aumento de la resistencia al paso de la sangre a través de la circulación pulmonar.
La EPOC está fuertemente asociada al consumo de tabaco. Una de las consecuencias del hábito tabáquico es también lesionar el endotelio de los vasos lo que inicia un conjunto de eventos que tiene como consecuencia la formación de lesiones, a modo de engrosamiento, en la pared de los mismos vasos. Estas lesiones se caracterizan por el crecimiento anómalo de células de origen mesenquimal (del tipo muscular liso o miofibroblástico) que acaban por reducir el calibre de los vasos y por tanto aumentando la resistencia al paso de la sangre.
“La utilización de una terapia celular basada en células madre es atractiva ya que abre un camino esperanzador en el tratamiento de la hipertensión pulmonar. Se dirigiría a corregir uno de los problemas fundamentales en la circulación pulmonar en la EPOC, la disfunción del endotelio vascular”, han señalado los coordinadores del trabajo. Los autores advierten, sin embargo, que queda mucho camino por recorrer antes de aplicar con seguridad una terapia con células madre, ya que se conocen poco los efectos “no deseados” a largo plazo y es necesario ahondar en los mecanismos moleculares que dirigen el comportamiento de estas células.
En esta investigación se esboza una de las posibles vías moleculares por la cual las células progenitoras endoteliales se diferencian a células mesenquimales. Propone también terapias combinadas con fármacos, como los bloqueantes de la vía del factor de crecimiento transformante ? (TGF ?), que inhibirían en parte este comportamiento no deseado, favoreciendo así la diferenciación hacia células endoteliales. El siguiente paso en esta investigación es demostrar que terapias como la propuesta tienen efectividad en un modelo animal de EPOC antes de aplicarla en un futuro estudio clínico.