Los experimentos en animales que dieron origen a esta hipótesis fueron encabezados por el Dr. Ramon Farré y su equipo IDIBAPS de Biofísica respiratoria y Bioingeniería del Departamento de Ciencias Fisiológicas I de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Una colaboración con el equipo del Dr. F. Javier Nieto, del Departamento de Population Health Sciences en la University of Wisconsin School of Medicine and Public Health (EEUU), ha permitido demostrar en una gran cohorte retrospectiva humana que las apneas del sueño también aumentan el riesgo de mortalidad por cáncer. El Dr. Ramon Farré colabora habitualmente con el Dr. Josep Maria Montserrat, del Servicio de Neumología del Hospital Clínic de Barcelona y miembro del IDIBAPS. En estudios experimentales y en una cohorte de pacientes españoles de apnea financiada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) han demostrado que el riesgo de padecer cáncer también podría estar aumentado en pacientes con apneas del sueño. Estas investigaciones han sido apoyadas por el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES).
Estudios in vitro y en animales sugieren que la hipoxia intermitente promueve la angiogénesis y el crecimiento tumoral. Por eso los investigadores han examinado datos de mortalidad recogidos durante 22 años de la cohorte del sueño de Wisconsin. Este estudio prospectivo analiza en 1.522 personas los predictores y la historia natural de los desórdenes del sueño mediante técnicas de polisomnografía. Los resultados serán presentados en una rueda de prensa que se celebrará el próximo domingo 20 de mayo en la Conferencia Internacional de la American Thoracic Society (ATS 2012) en San Francisco. También se publicará en el próximo número de The American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (AJRCCM), con el Dr. Javier Nieto y el Dr. Ramon Farré como autores principales.
En esta gran cohorte el riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer en particular se ajustó por edad, sexo, índice de masa corporal, tabaquismo y otros factores. En comparación con los sujetos sin apneas del sueño, el riesgo relativo de mortalidad por cáncer se multiplicaba por 1,1 en los participantes del estudio con trastorno respiratorio del sueño leve, por 2,0 en aquellos con trastorno moderado, y por 4,8 en aquellos con trastorno grave. Esto significa que en caso de desarrollar un cáncer, el hecho de sufrir también apneas del sueño severas podría acelerar su progresión. Hay que realizar nuevos estudios para demostrar si los pacientes que sufran un cáncer agresivo podrían beneficiarse del diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño.
Por otra parte, la cohorte analizada en el marco del Grupo de Estudio del Sueño de la SEPAR junta los datos de los 5.246 pacientes que fueron diagnosticados de apneas del sueño en siete centros hospitalarios españoles entre 2.000 y 2.007. Este estudio, realizado por el Dr. Francisco Campos del Hospital de Valme (Sevilla) y coordinado por Dr. Josep Maria Montserrat, ha mostrado que el 5,7% de los pacientes con trastornos respiratorios del sueño se les diagnosticó un cáncer durante el seguimiento, y el riesgo de sufrir uno aumentaba con la gravedad de las apneas del sueño. En un estudio independiente, presentado también en la ATS 2012, el grupo del IDIBAPS-UB-Clínic presenta nuevos datos obtenidos con el modelo animal de ratón. Este trabajo demuestra que el efecto de la hipoxia intermitente en el crecimiento del cáncer es mucho más fuerte en los ratones sin obesidad que en los ratones obesos.
Es necesario confirmar con nuevos estudios la relación entre los trastornos respiratorios del sueño y la mortalidad por cáncer. Si esta hipótesis se confirma, habrá que analizar si el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos en pacientes con cánceres agresivos podría estar indicada para prolongar su supervivencia. Los investigadores del IDIBAPS-UB-Clínic seguirán trabajando, junto con colaboradores de reconocido prestigio como los de la Universidad de Wisconsin y los expertos españoles de la SEPAR y el CIBERES, para profundizar en el conocimiento de las relaciones entre los trastornos respiratorio del sueño, la obesidad y la mortalidad por cáncer.