Conseguir una vacuna preventiva eficaz contra el virus del sida es uno de los principales retos de la medicina moderna. Los candidatos testados hasta el momento han conseguido resultados decepcionantes, así que son necesarias aproximaciones novedosas que abran nuevas vías de investigación. Un trabajo que publicará Nature Medicine en su próximo ejemplar presenta los esperanzadores resultados obtenidos con una estrategia radicalmente nueva: introducir en las células musculares de macacos ADN que codifica una molécula tipo anticuerpo eficaz contra el virus de la inmunodeficiencia de simios (VIS). El trabajo ha sido liderado por el Children’s Hospital of Philadelphia de la Universidad de Pennsylvania, el Research Institute at Nationwide Children’s Hospital de Columbus y el New England Primate Research Center de la Universidad de Harvard. Una de las firmantes del estudio es la Dra. Eloísa Yuste, actualmente investigadora Ramon y Cajal del equipo IDIBAPS – Hospital Clínic Enfermedades Infecciosas y Sida liderado por el Dr. Josep Maria Gatell, que también es profesor del Departamento de Medicina de la UB. Desde abril de 2008 forma parte del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), pero su labor en el trabajo se desarrolló durante sus más de 6 años como investigadora de la Universidad de Harvard. Sus nuevas investigaciones se desarrollan en el marco del Programa HIVACAT (*), que codirige el Dr. Gatell con el Dr. Bonaventura Clotet de IrsiCaixa.
Los candidatos a vacuna se han sucedido en abundancia desde que se descubrió el virus del sida hace 25 años. Algunos de ellos han llegado a las primeras fases de desarrollo en humanos con resultados poco prometedores. Hasta el momento no se ha conseguido mediante vacunas tradicionales una protección frente a la infección del virus ni se ha logrado disminuir de forma efectiva su replicación tras la infección. En simios se ha conseguido proteger frente a la infección mediante la inyección periódica de anticuerpos, pero se trata de una solución inviable en la práctica clínica debido a que requiere inyecciones cada pocas semanas. Solo en ratones se ha podido inducir una producción de anticuerpos mediante la implantación de fibrolastos encapsulados que contenían en su ADN información que codificaba para anticuerpos eficaces contra el virus. Una vez más, en la práctica clínica esta estrategia no parece viable y, además, las diferencias entre los sistemas inmunes hacen difícilmente extrapolables a humanos los resultados obtenidos con estos modelos animales.
La nueva propuesta consiste en inyectar un adenovirus con información genética que codifica para un anticuerpo eficaz contra el SIV en el músculo de 9 macacos. En estudios previos se obtuvieron buenos resultados en ratones, y el presente estudio significa un salto importante hacia su posible aplicación en humanos. Los adenovirus son pequeños virus que se utilizan como vectores para traspasar información genética a las células que infectan. Los 9 macacos se separaron en grupos de 3, y cada grupo recibió un adenovirus cargado con el ADN necesario para expresar un anticuerpo distinto eficaz contra el SIV. En las semanas siguientes se estudió la evolución del anticuerpo en el suero de los simios y se comprobó que sus células musculares estaban produciendo el anticuerpo. Al cabo de 4 semanas los 9 simios inmunoprotegidos fueron infectados con una forma común del SIV. Ninguno de ellos desarrolló la enfermedad tras un seguimiento de un año, y 6 de ellos lograron incluso evitar cualquier rastro de infección.
Los resultados abren una nueva línea de investigación que podría introducir la terapia génica como alternativa en la lucha contra la propagación del virus del sida. Quedan muchos interrogantes por resolver, como el nivel de protección que ofrece frente a la infección por vías humorales, dado que los anticuerpos circulantes en sangre pueden tener dificultades para llegar en concentraciones óptimas a zonas como el epitelio de la vagina. A pesar de ello, los resultados obtenidos con vacunas como la del papiloma humano permiten pensar que la producción sostenida de anticuerpos que llegan a la sangre protegería también de la transmisión por vía sexual. También será necesario encontrar anticuerpos tan efectivos contra distintas cepas del VIH como los usados en este estudio contra el VIS. Las investigaciones en los centros americanos responsables del artículo, así como las del equipo IDIBAPS al que se incorporó la Dra. Eloísa Yuste, buscarán respuestas a los interrogantes pendientes y seguirán trabajando en esta innovadora estrategia.
(*) El HIVACAT es un Programa conjunto del Hospital Clínic de Barcelona e IrsiCaixa para investigar vacunas contra el VIH. Esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundació la Caixa, Laboratoris Esteve y las Conselleries de Salut y Universitats de la Generalitat de Catalunya.