Esta nueva investigación ha revelado que cuando se sigue una dieta sana, la presencia de obesidad no aumenta el riesgo de DM2, algo que sí ocurre en personas con mala alimentación. Este hallazgo podría cambiar la estrategia dietética en pacientes prediabéticos hacia enfoques centrados en una alimentación más saludable, en detrimento de dietas restrictivas enfocadas a la pérdida de peso.
Existe una relación directa entre la diabetes mellitus tipo 2 y la obesidad, que no solo incrementa el riesgo de tener la enfermedad, sino que también empeora la evolución de la patología y sus consecuencias. Dado que no hay cura para la DM2, frenar el desarrollo de la misma es uno de los principales desafíos para la investigación en este campo, que busca cómo evitar el avance de la fase de prediabetes, cuando el riesgo es muy elevado pero todavía prevenible. En esta fase, la pérdida de peso es una de las estrategias probadas para ralentizar el progreso de la diabetes.
Los mayores, más vulnerables a las dietas de pérdida de peso
Sin embargo, las personas mayores, con un riesgo un 50% superior de pasar de un estado prediabético a la diabetes, son también más vulnerables a las estrategias dietéticas para la pérdida de grasa basadas en la restricción calórica. Por ello, debe sopesarse el beneficio de estas dietas en este colectivo, ya que pueden provocar riesgos potenciales como sarcopenia, deterioro funcional, malnutrición y fragilidad.
Para valorar estrategias alternativas, en este estudio los investigadores siguieron la evolución de 182 pacientes mayores de 65 años con prediabetes, para analizar si los distintos patrones dietéticos que seguían estaban ligados a su condición de obesidad y cómo estos patrones podían influir en el riesgo de desarrollar diabetes. Para ello, se puso el foco en el análisis de la microbiota intestinal, que desempeña un rol esencial en el desarrollo de la DM2. La microbiota intestinal puede depender de los nutrientes que se consumen, aumentando o disminuyendo la concentración de diferentes tipos de bacterias.
Para valorar la interrelación entre dieta, obesidad y riesgo de enfermedad, se analizaron con técnicas de bioestadística los diferentes patrones dietéticos de los participantes y se dividieron los pacientes en cuatro grupos de estudio: personas con obesidad con dieta saludable, personas con obesidad con dieta no saludable, personas sin obesidad con dieta saludable y personas sin obesidad con dieta no saludable. Tras comparar la microbiota intestinal de los cuatro grupos, se pudo comprobar que ésta era más parecida entre sí dependiendo del tipo de dieta, independientemente de la condición de obesidad.
Patrón de bacterias patológico en la microbiota de pacientes con dieta insana
Los grupos con dieta no saludable (obesos y no obesos) mostraron mayor concentración de Prevotella y menor de bacterias ácido-lácticas y Faecalibacterium prausnitzii. “Teniendo en cuenta que la microbiota tiene un rol esencial en el desarrollo de la DM2, se observó que los grupos con dieta no saludable presentaban un patrón de bacterias con mayor riesgo patológico”, explica la doctora Diana Díaz Rizzolo, una de las coordinadoras del estudio.
Por otra parte, al comparar el riesgo de desarrollar DM2de los 4 grupos, los investigadores pudieron confirmar, como era de esperar, que cuando la dieta no es saludable, la presencia de obesidad aumenta la probabilidad de desarrollar DM2. Sin embargo, sorprendentemente, descubrieron que cuando la dieta es saludable, la presencia de obesidad no aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. “Demostramos que la calidad de la dieta, y la microbiota intestinal ligada a esta dieta saludable, es más importante que la obesidad en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”, recalca el doctor Ramón Gomis, investigador del CIBERDEM en el IDIBAPS y también coordinador de este trabajo.
Pautar una dieta saludable, estrategia útil en mayores prediabéticos
A la vista de estos resultados, los investigadores proponen un cambio de estrategia dietética para la prevención de la DM2 en personas mayores. “Las dietas restrictivas enfocadas en la pérdida de peso en mayores de 65 años con prediabetes podrían no ser la mejor opción; en su lugar, podría jugar un papel primordial en la prevención una alimentación basada en elecciones dietéticas saludables y el seguimiento de un patrón alimentario variado y equilibrado, en el cual se incluyen alimentos con grasas beneficiosas y almidones, incluso azúcares naturalmente presenten en los alimentos como las frutas, y un mayor consumo de proteína vegetal y no animal”, concluyen.
Diabetes y obesidad en España
Actualmente, más del 60% de la población española presenta sobrepeso u obesidad, y la incidencia aumenta cada año. Estas condiciones son responsables directa o indirectamente de muchas de las patologías más prevalentes y mortales, entre ellas la diabetes tipo 2. Los datos muestran que un 14% de la población española sufre diabetes tipo 2. Se estima que el número de personas con esta enfermedad incrementará en el mundo hasta un 51% en los próximos años.
Artículo de referencia:
D.A. Díaz-Rizzolo, B. Kostov, M. López-Siles, A. Serra, C. Colungo, L. González-de-Paz, M. Martinez-Medina, A. Sisó-Almirall, R. Gomis.
Clin Nutr. 2020 Feb;39(2):524-532. doi: 10.1016/j.clnu.2019.02.035