Con el objetivo de demostrar que la grelina regula el daño hepático y la fibrogénesis, se realizó un estudio preclínico y se evaluó si los cambios en la grelina endógena regulan la fibrosis hepática a nivel celular, en ratones y en pacientes con enfermedades hepáticas crónicas causadas por la infección por el virus de la hepatitis C (VHC). En pacientes se analizó la expresión hepática, los niveles de grelina en sangre y los polimorfismos genéticos. Los resultados obtenidos demuestran por primera vez que la grelina producida de forma endógena juega un papel fundamental en la regulación de la fibrogénesis hepática y la grelina recombinada ejerce un efecto protector y antifibrótico sobre el hígado dañado. Los efectos hepatoprotectores de la grelina confirman otros estudios previos que indicaban que ésta ejerce un efecto protector sobre las células parenquimales y sobre los tejidos dañados en órganos como el corazón o el colon y disminuye el grado de estrés oxidativo en el hígado y otros órganos. Además de reducir la expresión de los genes implicados en la síntesis de la matriz extracelular, la grelina reduce la expresión de los genes implicados en la apoptosis, la inflamación y la contractilidad celular.
La grelina es un péptido de 28 aminoácidos descubierto en 1999 por tener un efecto estimulante sobre la hormona del crecimiento. Conocida como la "hormona del apetito", se sintetiza principalmente en el estómago y, en menor cantidad, en la primera porción del duodeno, desde donde se libera a la sangre. La grelina tiene un papel fundamental en la regulación del apetito, y por lo tanto está implicada en el control del balance energético y peso corporal. Además se ha comprobado que la grelina también reduce el desgaste muscular y mejora la capacidad funcional en pacientes ancianos con insuficiencia cardiaca congestiva y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los resultados del estudio tienen importantes implicaciones terapéuticas. La grelina recombinada ha demostrado ser generalmente bien tolerada en pacientes con diferentes patologías incluyendo gastroparesis, anorexia, caquexia o insuficiencia cardiaca crónica. También podría ser útil en pacientes con daño hepático y fibrosis hepática, y los antagonistas del receptor de la grelina se han propuesto como posible tratamiento de la diabetes y la obesidad, aunque son necesarios estudios más amplios sobre su toxicidad. El estudio preclínico realizado sugiere que la grelina podría ser un tratamiento prometedor en enfermedades que cursan con desnutrición y daño hepático, como es la hepatitis alcohólica. Se pretende realizar estudios con estos pacientes, en los que los fármacos actuales no son efectivos en la mitad de casos. A fin de diseñar estas futuras estratégicas terapéuticas, el próximo paso será realizar un estudio piloto en fase II en pacientes con hepatitis alcohólica severa.