El hígado es menos susceptible de ser rechazado tras un trasplante que muchos otros órganos, y los pacientes trasplantados hepáticos pueden desarrollar una "tolerancia operacional" hacia el nuevo órgano, cosa que les puede permitir abandonar los fármacos inmunosupresores sin sufrir rechazo. Ensayos clínicos anteriores habían demostrado que es posible eliminar los inmunosupresores en pacientes estables, pero ninguno de estos ensayos previos había investigado los mecanismos mediante los que se desarrolla la tolerancia en pacientes con infección persistente por hepatitis C.
El virus de la hepatitis C (VHC) afecta crónicamente a unos 200 millones de personas en todo el mundo y es responsable de un gran número de los trasplantes hepáticos que se llevan a cabo en el mundo occidental. Tras el trasplante, los pacientes desarrollan infección por VHC de nuevo, lo cual provoca hepatitis crónica en el nuevo órgano. Hasta ahora se pensaba que esta inflamación causada por el VHC dificultaría el desarrollo de tolerancia.
Esta nueva investigación, publicada en la revista Science Translational Medicine, explora las bases de la relación entre la hepatitis C y los órganos trasplantados, para establecer si la respuesta inmune a una infección viral tiene un efecto positivo o negativo en la tolerancia al nuevo órgano. Se seleccionaron 34 pacientes trasplantados infectados con VHC para formar parte de un ensayo clínico en España, en el que sus fármacos inmunosupresores fueron gradualmente eliminados. Se les realizó un seguimiento durante un año. La eliminación de los fármacos fue exitosa en 17 pacientes (el 50%), que mantuvieron una función hepática estable sin signos de rechazo doce meses después de finalizar su tratamiento farmacológico.
"Nuestros descubrimientos contradicen la noción previa según la cual una infección viral obstaculiza la adaptación inmunológica a un nuevo órgano. En realidad, la hepatitis C puede ayudar al cuerpo a desarrollar tolerancia al reducir la respuesta inmune dirigida contra el nuevo órgano que conduce al rechazo ", afirma el profesor Alberto Sánchez-Fueyo, Jefe del Institute of Liver Studies en el King's College de Londres, investigador del IDIBAPS y coautor de este estudio.
"Sin embargo, se necesitan nuevas investigaciones para comprender por qué algunos pacientes son tolerantes mientras otros rechazan el nuevo hígado, y para saber cómo la configuración genética, el tipo de infección, el grado de exposición y el tipo de órgano trasplantado influyen en la capacidad de adaptación al nuevo trasplante. También necesitamos comprender mejor si la erradicación de la infección por hepatitis C en los pacientes trasplantados modifica su capacidad de desarrollar tolerancia ", señala Sánchez-Fueyo.
En el artículo también han colaborado el Dr. Xavier Forns, del servicio de Hepatología del Hospital Clínic, responsable del equipo IDIBAPS de Hepatitis Víricas y profesor del Departamento de Medicina de la UB; la Dra. Rosa Miquel, del Servicio de Anatomía Patológica del Clínic y profesora del mismo Departamento de la Facultad de Medicina de la UB; el Dr. Miquel Navasa, Jefe de la Sección de Trasplantes del Clínic, responsable del equipo IDIBAPS de Trasplante de Hígado y Viabilidad del Injerto y profesor del Departamento de Medicina de la UB; y el Dr. Antoni Rimola del Servicio de Hepatología del Clínic. Además han participado investigadores del Helmholtz Zentrum de Munich, el Hospital La Fe de Valencia, el Irsicaixa y la Universidad de Hannover.
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