El linfoma de células del manto es un tumor poco frecuente, y a pesar de los avances en el tratamiento, este tumor se considera aún incurable, es muy agresivo y frecuentemente resistente a los tratamientos convencionales. La característica principal de este tumor es una alteración del cromosoma 11 que provoca la desregulación de la ciclina D1, una proteína que ayuda a controlar la multiplicación celular.
En la actualidad están en marcha diferentes ensayos clínicos que incluyen tratamientos intensivos prometedores, siendo uno de los criterios de inclusión la alteración de la ciclina D1. “La alteración de la ciclina D1 es un criterio diagnóstico para el LCM aprobado por la OMS, y la técnica más habitual en la rutina clínica para detectar esta alteración es la hibridación in situ fluorescente (FISH). Paradójicamente, alrededor de un 5% de los LCM no presentan esta alteración, lo que dificulta tanto su diagnóstico como la toma de decisiones terapéuticas específicas”, explica Silvia Beà.
En el estudio que se publica ahora en Blood, los investigadores se han centrado en encontrar las posibles alteraciones genéticas en los casos sin alteración de ciclina D1. La secuenciación del genoma de estos tumores ha permitido identificar por primera vez pacientes que presentan alteraciones en dos genes relacionados con la ciclina D1, los genes que codifican la ciclina D2 y la ciclina D3. Estas alteraciones habían permanecido inadvertidas hasta el momento mediante las técnicas convencionales debido a su complejidad y pequeño tamaño.
Los resultados representan un avance importante en la caracterización genética de esta enfermedad y la relación entre las alteraciones genéticas y el curso clínico de los enfermos. "En este trabajo describimos por primera vez un nuevo mecanismo de activación de oncogenes, que se basa en alteraciones estructurales entre diferentes cromosomas cuya consecuencia es que oncogenes determinados "secuestran" regiones reguladoras activas del genoma para poder aumentar su expresión" afirma Silvia Beà.
Gracias a este estudio, los investigadores han podido diseñar nuevas herramientas para poder detectar estos reordenamientos con sondas específicas que se incorporan a las técnicas rutinarias de diagnóstico permitiendo un correcto diagnóstico de estos casos y que puedan entrar en ensayos clínicos, ya que hasta ahora estos casos no cumplían los criterios de inclusión.
La serie de pacientes reportada en este estudio es la más grande publicada de esta variante del LCM. Dada su baja incidencia ha sido necesaria la colaboración de múltiples investigadores de 15 países distintos. Llevar a cabo este trabajo ha sido posible gracias a la financiación de diversas agencias que incluyen el Fondo de Investigaciones Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III, la Fundació La Marató de TV3-Càncer, el Ministerio de Economía, la ayuda a grupos emergentes de la Generalitat de Catalunya, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Cáncer (CIBERONC), el programa de incorporación de técnicos de la Generalitat de Catalunya PERIS 2016, y la Fundació Crèdit Andorrà.
Referencia del estudio:
Martín-Garcia D, Navarro A, Valdés-Mas R, Clot G, Gutiérrez-Abril J, Prieto M, Ribera-Cortada I, Woroniecka R, Rymkiewicz G, Bens S, de Leval L, Rosenwald A, Ferry JA, Hsi ED, Fu K, Delabie J, Weisenburger D, de Jong D, Climent F, O'Connor SJ, Swerdlow SH, Torrents D, Beltran S, Espinet B, González-Farré B, Veloza L, Costa D, Matutes E, Siebert R, Ott G, Quintanilla-Martinez L, Jaffe ES, López-Otín C, Salaverria I, Puente XS, Campo E, Beà S.