El estudio demuestra que la resistencia a las fluoroquinolonas es concurrente con una pérdida o represión de los factores de virulencia, como los que determinan la capacidad invasiva de la Salmonella. Por tanto, se establece una posible relación entre la adquisición de la resistencia a las quinolonas y la disminución de la capacidad invasora de las células dada la baja prevalencia de aislados clínicos de S. typhimurium resistentes a fluoroquinolonas.
La Salmonella es un género de bacilos aerobio-anaerobios facultativos gram-negativos que pertenece a la familia de las Enterobacterias. Son los patógenos más caracterizados, al ser mayoritariamente causantes de importantes trastornos gastrointestinales en el hombre producidos generalmente por el consumo de alimentos o agua contaminados. La clasificación del género Salmonella comprende más de 2500 serovariedades, siendo enteritidis y typhimurium los serotipos más frecuentes en nuestra área geográfica.
Las infecciones por Salmonella constituyen un importante problema de salud pública que afecta tanto a los países en vías de desarrollo como a los países desarrollados. El tratamiento antimicrobiano de la Salmonella sólo está indicado ante la presencia de signos positivos de infección, ya que los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente. Sin embargo, los pacientes inmunodeprimidos requieren tratamiento para prevenir la invasión. El tratamiento más apropiado incluye fluoroquinolonas, trimetoprim-sulfametoxazol (TMP-SMZ), ampicilina o cefalosporinas de tercera generación (ceftriaxona o cefixima).
Sin embargo, como la resistencia a la ampicilina y al TMP-SMZ es común, el uso de cefalosporinas de tercera generación y quinolonas parece ser una opción más razonable cuando se desconocen las susceptibilidades. Durante los últimos años diferentes estudios han demostrado la emergencia de la resistencia a quinolonas en aislados clínicos de Salmonella, tanto en humanos como en animales. Concretamente, diversos estudios demostraban que la resistencia al ácido nalidíxico entre los aislados clínicos de Salmonella typhimurium ha ido aumentando constantemente, mientras el nivel de resistencia a la ciprofloxacina sigue siendo bajo.