Hasta el momento, las terapias disponibles no tenían una influencia significativa en la supervivencia de los pacientes, siendo de carácter paliativo. Sin embargo, la introducción del trasplante de intensidad reducida y de nuevos fármacos, como los inhibidores de JAK2, podría cambiar dicha situación. Dado que tanto el trasplante como los nuevos fármacos comportan riesgos, ha surgido la necesidad de disponer de una clasificación pronóstica que permita seleccionar a los sujetos que puedan optar a estos tratamientos. Se trata de un avance importante debido a la gran heterogeneidad que existe en cuanto a la supervivencia. Aunque la media está situada alrededor de los 5 años, algunos pacientes viven más de 20 sin necesidad de tratamiento.
La clasificación de los pacientes en diferentes grupos pronósticos, basada en ciertos parámetros iniciales que marcan la futura evolución de la enfermedad, es importante para la toma de decisiones relacionadas con el tratamiento. Sin embargo, la dificultad para el desarrollo de estos sistemas de clasificación viene determinada por la baja incidencia de la enfermedad. Por ello, los estudios disponibles hasta ahora incluían un número pequeño de pacientes. De los sistemas de clasificación propuestos hasta el momento, el más utilizado era el score de Lille, derivado del análisis de menos de 200 pacientes, pero no separaba de forma clara a los pacientes de riesgo intermedio de los de alto riesgo.
El trabajo liderado desde el Clínic, realizado con más de 1.000 pacientes diagnosticados entre 1980 y 2007 en siete instituciones de Europa y Estados Unidos es, con mucho, el mayor estudio realizado hasta la fecha en mielofibrosis. El modelo derivado de este estudio, además de ser aplicable también a pacientes jóvenes, se basa en parámetros iniciales fáciles de obtener, como la edad, la presencia o ausencia de síntomas como pérdida de peso o fiebre, las cifras de hemoglobina y leucocitos y la presencia o no de blastos - células no diferenciadas - en la sangre.
A partir de estos cinco parámetros, el nuevo sistema pronóstico identifica cuatro grupos de pacientes con diferente probabilidad de supervivencia. Así, mientras los enfermos de bajo riesgo presentan una supervivencia mediana superior a 11 años, los de alto riesgo viven una media de 2 años. Por su parte, los pacientes incluidos en las dos categorías intermedias presentan una supervivencia de 8 y 4 años, respectivamente. Por tanto, este nuevo sistema de clasificación pronóstica tiene una mayor capacidad de discriminación que los existentes hasta el momento.
El desarrollo de este nuevo modelo presenta importantes implicaciones prácticas. Así, en los pacientes de bajo riesgo, no estarían justificados ni el trasplante ni los fármacos experimentales, dada su toxicidad. En cambio, dichos tratamientos estarían indicados de entrada en los pacientes con mielofibrosis de alto riesgo.