La miositis por cuerpos de inclusión es una enfermedad minoritaria muscular que causa debilidad muscular, de la cual no se conocen los mecanismos que la causan, ni se dispone de biomarcadores o tratamientos efectivos. “Uno de los problemas principales a los cuales nos enfrentamos es la falta de modelos adecuados para estudiar la enfermedad”, explica Judit Cantó-Santos, investigadora del grupo IDIBAPS Enfermedades metabólicas hereditarias y enfermedades musculares dirigido por Glòria Garrabou. Cantó-Santos firma como primera autora un estudio, publicado por la revista Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, que evalúa un modelo celular para establecer si reproduce las alteraciones características que la enfermedad induce al tejido muscular.
En su trabajo, los investigadores analizan la expresión génica de cultivos de fibroblastos, obtenidos de pacientes con miositis por cuerpos de inclusión y personas sanas. “A pesar de que la enfermedad afecta el músculo, en estudios previos hemos visto que los cambios patológicos debidos a la miositis también se observan en otros tipos celulares, como la sangre, y ahora los hemos validado en fibroblastos", explica la investigadora. “Los fibroblastos son células características del tejido conectivo, como la piel, los ligamentos, los cartílagos o el tejido adiposo. Su capacidad de proliferación y fácil obtención mediante una biopsia cutánea, así como el bajo coste de mantenimiento, hacen de ellos un modelo interesante para varias enfermedades”.
Según los resultados, los fibroblastos derivados de los pacientes presentan alteraciones en 778 genes, involucrados en procesos inflamatorios, degenerativos y mitocondriales. Estas modificaciones se parecen mucho a las observadas a nivel muscular en las personas afectadas por la enfermedad. “Así mismo, también hemos descubierto un aumento de la secreción de moléculas proinflamatorias, llamadas citocinas, en los cultivos de fibroblastos, coincidente con la inflamación que tiene lugar en el músculo de los pacientes”, declara Glòria Garrabou, líder del trabajo, junto con Josep Maria Grau-Junyent. Las alteraciones funcionales también se reflejan en los parámetros de autofagia, es decir, de degradación celular, y mitocondriales, que indican cómo la célula absorbe, produce y utiliza la energía. “El modelo no solo reproduce los cambios en cuanto a la expresión génica, sino también los funcionales”.
A pesar de que el estudio presenta ciertas limitaciones, como por ejemplo el reducido número de muestras de pacientes, los investigadores concluyen que los datos validan el modelo. “La miositis por cuerpos de inclusión es una enfermedad rara. Esto dificulta el reclutamiento de pacientes, incluso para una unidad de referencia en la enfermedad como la nuestra”, señala Cantó-Santos. “Además, aunque puede haber otras células que reproduzcan de manera más precisa los procesos patológicos que tienen lugar en el músculo, su mantenimiento y coste resulta más elevado que el de los fibroblastos, cosa que reduce el uso rutinario. Así pues, los fibroblastos pueden ser un buen modelo para estudiar la enfermedad, averiguar las causas, buscar biomarcadores y nuevas dianas terapéuticas”.
El trabajo, que ha contado con la colaboración del CNAG-CRG y de Sant Joan de Déu, ha recibido financiación del Instituto de Salud Carlos III.
Artículo de referencia
Cantó-Santos J, Valls-Roca L, Tobías E, García-García FJ, Guitart-Mampel M, Esteve-Codina A, Martín-Mur B, Casado M, Artuch R, Solsona-Vilarrasa E, Fernandez-Checa JC, García-Ruiz C, Rentero C, Enrich C, Moreno-Lozano PJ, Milisenda JC, Cardellach F, Grau-Junyent JM, Garrabou G. Unravelling inclusion body myositis using a patient-derived fibroblast model. J Cachexia Sarcopenia Muscle. 2023 Mar 1. doi: 10.1002/jcsm.13178.