El estudio lo coordinan la Dra. Zoe Mariño, hepatóloga del Hospital Clínic e investigadora del grupo de Hepatitis Víricas del IDIBAPS y CIBERehd, liderado por el Dr. Xavier Forns, y la Dra. Rocío Martín-Santos, Consultora Sénior del Servicio de Psiquiatría y Psicología e investigadora del IDIBAPS y CIBERSAM.
El virus de la hepatitis C (VHC) afecta sobre todo al hígado y es una de las principales causas de enfermedad hepática en nuestro medio. “No obstante, la infección crónica por VHC debe entenderse como una enfermedad sistémica, ya que tiene efectos también fuera del hígado”, explica la Dra. Zoe Mariño.
A nivel extra-hepático, una de las principales afectaciones se produce en el sistema nervioso central (SNC). Se cree que el VHC podría tener un efecto directo sobre el SNC promoviendo la liberación de radicales libres y citoquinas proinflamatorias, moléculas que activarían procesos de neuroinflamación. Estos mecanismos podrían ser la base de los síntomas depresivos y cognitivos descritos en estos pacientes. “De hecho, cerca de la mitad de los pacientes con infección crónica por VHC pueden sufrir trastornos neuropsiquiátricos y alteraciones cognitivas a lo largo de su vida, y hasta un 20-30% de ellos presentan un trastorno depresivo mayor, lo que supone una prevalencia muy superior a la observada en la población general (5-10%)”, explica la Dra. Rocío Martín-Santos.
Los estudios realizados mediante neuroimagen (resonancia magnética cerebral) en pacientes con VHC son escasos, pero también sugieren la presencia de cambios metabólicos y de conectividad cerebral similares a los observados en estudios de pacientes con trastorno depresivo mayor.
Hasta 2014, el tratamiento antiviral del VHC incluía el interferón, una molécula immunomoduladora con efectos adversos especialmente en la esfera neuropsiquiátrica (irritabilidad y trastornos depresivos) y contraindicada en pacientes con una enfermedad psiquiátrica grave. En los últimos años, el desarrollo de los fármacos de acción directa frente al VHC ha permitido realizar el tratamiento antiviral con excelentes tasas de respuesta virológica (curación) en todos los pacientes y sin efectos adversos sobre el SNC. “Este nuevo escenario de tratamiento permite evaluar en profundidad aspectos de la esfera neuropsiquiátrica relacionados con el VHC, así como la potencial reversibilidad de estos hallazgos tras la curación del virus”, explica Zoe Mariño.
En el nuevo estudio se incluirán personas de menos de 50 años con hepatitis C sin enfermedad psiquiátrica, consumo de psicofármacos o drogas. Se evaluará el efecto del VHC sobre el SNC mediante examen neuropsicológico, resonancia magnética cerebral y marcadores inflamatorios antes y después del tratamiento antiviral, tanto a corto como a largo plazo. “Así, podrán evidenciarse los potenciales cambios relacionados con la eliminación del virus. Este estudio pretende dar respuesta a aspectos aun no bien definidos de la afectación del SNC por el VHC”, concluye la Dra. Mariño.
Este proyecto, que lleva por título “Brain metabolic and functional connectivity dysfunction in patients with chronic hepatitis C and reversibility after viral eradication with direct acting antivirals”, recibió financiación a través de la 5ª Convocatoria de Becas Gilead Sciences (GILEAD) para la Investigación en VIH, Hepatitis y Hemato-oncología.