El cáncer de colon y recto (CCR) es el tercer tipo de cáncer más frecuente en el mundo, con un millón de nuevos casos al año, y la segunda causa de muerte por cáncer. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), 30.230 personas en España serán diagnosticadas de un CRC, con el doble de hombres afectados que de mujeres. Los programas de cribado para este tipo de tumor son clave para identificar la enfermedad en estadios iniciales, con lo que mejora su pronóstico.
España, a pesar de tener de las tasas de incidencia más altas de Europa occidental, está a la cola del resto de países europeos en la lucha contra el cáncer colorrectal, con sólo un 34% de participación de la población diana en los programas de cribado, frente un 65% de participación en los países más avanzados.
"La participación en los programas de cribado de CCR en España es preocupantemente bajo y no hay duda de que las personas se desaniman por una la falta de conciencia, la naturaleza de las pruebas actuales y la limitada implantación de programas organizados en determinadas comunidades autónomas", explica el Dr. Castells. "Sin embargo, hay signos alentadores en ciertas zonas de España, como un índice de participación cercano al 50% en el programa de cribado de CCR de Barcelona y del 65% en el País Vasco. Todavía, sin embargo, nos queda un largo camino por recorrer si queremos cumplir con los objetivos europeos a nivel estatal", añade.
El Dr. Castells forma parte de un equipo de expertos internacionales que están buscando nuevas técnicas para el cribado de CCR con el fin de mejorar las pruebas, la participación y, en última instancia, las tasas de mortalidad. "Las nuevas aproximaciones para el cribado CRC han demostrado ser prometedoras en estudios preliminares pero se deben evaluar con más detalle en cohortes más grandes de pacientes. Tener un método de detección no invasivo, preciso y sencillo reduciría el número de pacientes reacios a someterse a las pruebas ", concluye el Dr. Castells.