“De la misma forma que la huella de carbono se puede utilizar para medir las emisiones de CO2 de los distintos actores, la huella de salud puede medir los factores de la adicción que inciden negativamente sobre la salud”, explica Peter Anderson, Profesor de Consumo de Sustancias Adictivas en el Instituto de Salud y Sociedad de la Universidad de Newcastle, y co-líder del proyecto Alice Rap.
Distintas líneas de investigación, que se presentarán en el acto A-Debate, identifican los múltiples factores que conducen a la adicción a las drogas legales e ilegales. Se trata de factores biológicos, demográficos, económicos y sociales de una determinada población; así como también los avances sociales, tecnológicos, comerciales y políticos. Todos ellos tienen un impacto cuantificable sobre el consumo de drogas y, por tanto, sobre el daño para la salud. Algunos de estos factores son muy resistentes al cambio mientras otros, como aquéllos relacionados con la regulación, pueden ser modificados más fácilmente para obtener mejoras en salud pública.
El Dr. Antoni Gual destaca que la huella de salud desarrollada por Alice Rap “es un sistema útil para identificar los factores de la adicción con más riesgos para la salud y a la vez es tambiénuna herramienta de gestión para evaluar las oportunidades del sector público y privado y la sociedad civil para reducir estos riesgos”.
En la Unión Europea (UE) todos los años se pierden 21,1 millones de años de vida a causa del consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales. Este daño es resultado de la producción y venta de productos adictivos por parte de la industria y/o de una política y regulación inadecuada por parte de los gobiernos. De esta forma, igual que la huella de carbono, la huella de salud puede medir el daño causado por los productos y empresas y por las políticas inadecuadas de los países. Es por eso que los investigadores de Alice Rap proponen que esta herramienta de utilice en las evaluaciones anuales de los actores públicos y privados más relevantes.
Además, la huella de salud puede ser un incentivo para la industria y los gobiernos para actuar y reducir el impacto de las adicciones en la salud. Por ejemplo, los gobiernos pueden mejorar la huella de salud implementando políticas y regulaciones basadas en la evidencia científica. Por otro lado, las empresas también pueden tomar medidas para mejorar su huella, por ejemplo, la industria del alcohol puede producir productos con una concentración alcohólica más pequeña.
El A-Debate es un debate presencial y online con la participación de más de 100 científicos de alto nivel, profesionales clínicos, actores políticos y de la sociedad civil, incluyendo miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Grupo Pompidou y del Observatorio Europeo de la Droga y las Toxicomanías(EMCDDA). El objetivo es debatir durante dos días sobre los principales resultados del proyecto y su potencial para contribuir a una política de drogas eficaz. Del debate saldrán propuestas y recomendaciones para los actores políticos basadas en la investigación científica.
Con este debate se cierra el proyecto Alice Rap (2011-2016), el más grande de Europa en el ámbito de las adiciones y cofinanciado por el 7º Programa Marco de la UE con un presupuesto de 10 millones de euros. Han sido un total de 1.000 meses acumulados de trabajo de una red de 150 científicos de 25 países y de disciplinas que van desde la antropología hasta la toxicología. Alice Rap ha sido coordinado por la Unidad del Conductas Adictivas del Hospital Clínic con la colaboración de la Subdirección General de Drogodependencias de la Generalitat de Catalunya.
Los resultados del proyecto son especialmente relevantes de cara a la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre Drogas de 2016, que se celebrará del 14 al 21 de Abril en Nueva York para tratar la reforma de las políticas de drogas a nivel internacional.
Más información sobre el proyecto Alice Rap: