Entre las características principales de la nueva obra hay que mencionar la sensación de amplitud que ofrece el espacio, así como la iluminación natural disponible en casi todos los boxes, gracias a la presencia de ventanas que dan al exterior, cada una de ellas con doble cortina-para anular o tamizar la luz- en color blanco o morado, de acuerdo con el color de los paramentos verticales de las paredes. El conjunto -boxes y zona de control de enfermería- resulta de una gran diafanidad y claridad, potenciadas por una generosa utilización del vidrio con presencia de grandes cortinas venecianas de aluminio, de manejo automático, que cubren las ventanas entre boxes y el vidrio que separa estos del pasillo. Con ello se favorece a la vez la intimidad de los pacientes y el control enfermero, mientras se mantiene la sensación de amplitud de toda el área. La combinación de los colores blanco y azul, con toques morado/violeta, proporcionan un ambiente a la vez limpio y sedante.
También es de destacar la presencia de luces graduables tipo LED en el techo de todos los boxes, que puede manipularse de forma manual o automática y que presenta la particularidad de seguir el ciclo circadiano -luz más amarilla por la mañana y la noche, más azulada al mediodía- para ayudar a los pacientes a mantener el ciclo noche-vigilia ya no alterar su ciclo de sueño. Igualmente, se ha dispuesto una lámpara horizontal a nivel del suelo en cada box, el cual, al estar situado debajo de la cama, ofrece una visibilidad suficiente al equipo asistencial sin necesidad de molestar al paciente, especialmente de noche. Todos los boxes disponen, además, de brazos dobles articulados suspendidos del techo para evitar todo contacto con el suelo y los cableados; lavamanos de material polifenólico continuo, fabricado en una pieza y con todas las juntas redondas para facilitar la desinfección y limpieza, conexión de diálisis y llamada con luz de aviso. Asimismo, la mayoría de los boxes están ya preparados para la instalación de grúas que facilitarán la movilidad de los pacientes que por sus características lo requieran.
Para mantener al máximo la desinfección de toda el área, la entrada a la Unidad la conforma una puerta de cristal que se abre de forma automática, y en el interior se ha instalado un sistema de aire con filtrado 'absoluto HEPA', propio de salas limpias, que consta de 4 etapas de filtrado de los distintos tamaños de partículas. El aire, que proviene 100% del exterior y se renueva constantemente sin ser recirculado, mantiene la sala a presión positiva, impidiendo que penetre el aire externo sin filtrar y que se mezcle el aire de los diferentes boxes de los pacientes. Igualmente, para el mobiliario se ha utilizado un laminado de material de resinas fenólicas de gran resistencia, que no se ve afectado por la humedad, no se pudre y tiene un componente fungicida. Otra medida que refuerza el aislamiento y desinfección de esta sala es la habilitación del local técnico y área de residuos en el exterior de la Unidad. En el local técnico se concentran los cuadros eléctricos, las conexiones de los grupos electrógenos, los vigilantes de aislamiento eléctrico (alarmas) y un SAI que garantiza el alumbrado de los boxes y el servicio informático vital asistencial en caso de interrupciones de línea. Cuenta también con una alarma de seguridad que está fijada a 25 grados de temperatura.
Por último, cabe mencionar el detalle arquitectónico que se encuentra en la entrada y que, redescubierto gracias a las obras, se ha restaurado y conservado para que pueda ser observado por cualquier visitante: se trata de un fragmento del zócalo original del edificio, de estuco planchado y con cenefa pintada, que corresponde al que antiguamente era el primer piso del hospital.