Varios estudios previos habían determinado que el trastorno bipolar está asociado a diferencias estructurales del cerebro. Sin embargo, la investigación realizada hasta ahora con neuroimagen no ha ofrecido conclusiones concluyentes.
En este contexto, un equipo liderado por Ole Andreassen, de la Universidad de Oslo, ha impulsado el estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre la materia. Se ha hecho a partir del análisis de imágenes de resonancia magnética del proyecto "Enigma" (Enhancing Neuro Imaging Genetics Through Meta Analysis) que recoge información de más de 6.500 individuos, 2.447 con trastorno bipolar y 4.056 controles sanos.
Los investigadores han visto que los adultos con trastorno bipolar tienden a tener las áreas corticales menos gruesas en las regiones frontal, temporal, y parietal del cerebro y que la corteza prefrontal ventrolateral (CPFVL) es la que presenta más reducción en el grosor cortical.
Los investigadores también examinaron los efectos de los fármacos que más se utilizan en trastorno bipolar, como por ejemplo el litio. El litio reduce la gravedad y la frecuencia de los episodios maníacos. Los expertos, sin embargo, desconocen exactamente los mecanismos por los que la molécula ayuda a los pacientes con trastorno bipolar. El trabajo ahora publicado ofrece algunas pistas, ya que indica que el litio incrementa el volumen de materia gris en las zonas afectadas.