Las principales conclusiones de este congreso, que contó con varias mesas redondas sobre co-creación con pacientes y su apoderamiento, tecnologías de apoyo a la participación y keynote speakers internacionales, fueron:
- El valor de un servicio sólo se puede evaluar correctamente si se tiene en cuenta la perspectiva del receptor de este servicio, no la del prestador. Por eso es tan importante el feedback del paciente y del cuidador, que no es más que la evaluación de la experiencia del paciente. La experiencia del paciente, junto con la seguridad clínica y la efectividad se están convirtiendo en los tres pilares de la calidad asistencial.
- Las TIC facilitan que de una manera sencilla, económica, y al alcance de todos los pacientes, puedan aumentar la cantidad y calidad de las comunicaciones con médicos y enfermeras, que dispondrán de más tiempo para las visitas presenciales de calidad. La tecnología ya es suficientemente madura y, aunque hay cierta resistencia al cambio, ya está permitiendo mejorar y evaluar la mejora de la experiencia del paciente.
- Cuando los profesionales de la salud experimentamos los servicios sanitarios como pacientes o familiares, a menudo encontramos muchas cosas que se pueden mejorar. Si introducimos esta mirada empática en el diseño y prestación de servicios estos mejorarían al igual que lo han hecho en otros sectores. Esta es la gran fuente de innovación de nuestros tiempos.