Cerca de un 7% de los recién nacidos son prematuros. Estos bebés tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud que aquellos que no lo son. El grado de prematuridad repercute en un mayor riesgo de complicaciones graves como la parálisis cerebral, déficits sensoriales y enfermedades crónicas, o de sufrir infecciones respiratorias agudas.
La investigación que se quiere poner en marcha a partir de los recursos que se consigan con las dos iniciativas tendrá un nexo directo con la mejora de la asistencia sanitaria que se presta a los bebés prematuros. Por este motivo, se incidirá en los cuidados centrados en el desarrollo y en la promoción de la lactancia materna como forma preferente de alimentación, ya sea con leche de la propia madre o con leche materna donada.
También se contempla ampliar el apoyo al grupo de duelo de la UCIN y avanzar en el proyecto PRE-ALTA, una iniciativa que pretende apoderarse madres y padres los días previos al alta del prematuro en un entorno similar a casa. Además, se trabajará en el desarrollo de sistemas de monitorización hospitalaria y domiciliaria poco invasivos para el prematuro y en la aplicación para móviles Pulsa-App, una tecnología que servirá para empoderar a madres y padres de bebés prematuros.