Los principales problemas de los marcapasos convencionales son las infecciones causadas por los cables, denominadas endocarditis. Este marcapasos, al no usar cables, elimina por completo la posibilidad de que se rompan y disminuye el riesgo de infección y hematomas. Ahora, después de que se haya demostrado su seguridad, más de 20 hospitales españoles dispondrán de esta nueva tecnología y está previsto que se realicen más de 100 implantes antes de finales de año.
El equipo del Dr. Lluis Mont fue el primero en implantar este marcapasos en España. En febrero de 2014, junto con el Dr. Josep Brugada, cardiólogo del Instituto Clínic del Tórax (ICT), implantaron el dispositivo a tres pacientes que sufrían bradicardia, una afectación que se caracteriza por un ritmo cardiaco lento o irregular, de menos de 60 latidos por minuto. Estos tres primeros pacientes evolucionaron de forma favorable y no sufrieron complicaciones ni durante ni después de la intervención. El Dr. Mont explica que, “durante este año hemos implantado un total de 54 unidades de manera satisfactoria y sin complicaciones. Se trata de un procedimiento relativamente simple, de 30 minutos de duración. Además, no deja ninguna cicatriz visible”.
En el estudio que publica el European Heart Journal han participado un total de 37 médicos de 23 hospitales de 11 países distintos.
Implantación más rápida, segura y menos invasiva
Con una décima parte del tamaño del marcapasos actual, el dispositivo se coloca directamente en el corazón mediante un catéter insertado a través de la vena femoral. Gracias a su reducido tamaño y al sistema de fijación a través de cuatro patas flexibles permite una mayor estabilidad y evita el daño del tejido cardíaco. Este dispositivo no requiere el uso de cables que conecten el marcapasos con el corazón y manda impulsos eléctricos a través de un electrodo que está colocado en el propio dispositivo. Tampoco requiere de incisiones quirúrgicas en el pecho ni de la creación de ningún “bolsillo” debajo de la piel, con lo que se minimizan las complicaciones derivadas del implante y se elimina cualquier signo visible del dispositivo.
Está indicado para aquellos pacientes que no precisan de estimulación en la aurícula, lo que supone entre un 30-50% de las personas que necesitan un marcapasos. Los pacientes más adecuados para beneficiarse de esta tecnología son los de edad avanzada, ya que tienen riesgo de complicaciones derivadas del implante y que en la actualidad con frecuencia reciben un solo electrodo. Pero también pacientes jóvenes que no quieran ver limitada la movilidad del brazo, así como aquellos que han padecido una infección de un marcapasos previo.
Referencia del artículo:
Ritter P, Duray GZ, Steinwender C, Soejima K, Omar R, Mont L, Boersma LV, Knops RE, Chinitz L, Zhang S, Narasimhan C, Hummel J, Lloyd M, Simmers TA, Voigt A, Laager V, Stromberg K, Bonner MD, Sheldon TJ, Reynolds D; Micra Transcatheter Pacing Study Group.
Eur Heart J. 2015 Jun 4. pii: ehv214.