Cada año más de 4 millones de personas mueren a causa de esta enfermedad, de éstos 2 millones son niños menores de cinco años. La neumonía se cobra más vidas infantiles que el SIDA, el sarampión y la malaria juntas, y son muchos los niños que aún no reciben soluciones existentes asequibles y eficaces para prevenir y controlar la enfermedad.
Una solución sencilla en tres fases, posee el potencial de salvar más de un millón de niños cada año: Proteger, Prevenir y Tratar. Los programas deberían proteger a los niños mediante la promoción de la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida. Los programas de vacunación en los países donde los niños mueren de neumonía deberían incluir inmunizaciones que prevengan las principales causas de muerte por neumonía. Enfermedades como la tos ferina y el sarampión están ya incluidos en la mayoría de los programas de salud nacionales sin embargo, las vacunas contra el neumococo y Hib, que son causantes de más de la mitad de las muertes por neumonía, no lo están y deberían incorporarse lo antes posible. Por último, los profesionales de la salud deben diagnosticar la enfermedad con rapidez y tratar a los niños con antibióticos apropiados.
Para reducir de manera significativa este síndrome son necesarios esfuerzos en múltiples facetas, y una actuación coordinada entre diferentes partes de los gobiernos y distintos sectores a nivel global, regional y local. Trabajando conjuntamente, esos grupos han de implementar y/o reforzar las políticas dirigidas a la neumonía, controlar los progresos y proporcionar los recursos necesarios para asegurar que los programas lleguen a los niños que más lo necesitan. Un importante primer paso es dirigir la atención del mundo a la neumonía y sus soluciones. Este esfuerzo requiere un amplio compromiso por parte de muchos.
Trabajando juntos podemos asegurarnos de que el mundo reconozca que hoy en día disponemos de las herramientas, y que ahora es el momento de ocuparse de la neumonía.
Más información http://worldpneumoniaday.org/