La nueva impresora 3D, instalalada siguiendo un convenio de colaboración entre el Hospital Clínic y la empresa Avinent, permite obtener piezas esterilizables de apoyo a la cirugía (guías, modelos y primeros prototipos) y que pueden acabar siendo aplicadas a pacientes. La nueva impresora 3D, permitirá obtener piezas y prototipos de gran resolución hechas con resina fotopolimerizable para la evaluación de nuevas líneas de investigación en impresión 3D, así como piezas esterilizables que puedan ser utilizadas en pacientes. El nuevo laboratorio será un nuevo punto de trabajo para que la empresa Avinent dé un soporte técnico especializado totalmente adaptado a las necesidades del conjunto del Clínic con una plataforma de gestión diseñada exclusivamente para la preparación y producción de productos médicos personalizados. La falta de una regulación homologada y de unos controles efectivos provoca que esta técnica todavía no se pueda aplicar a pacientes, pero supone un paso muy importante en las ventajas que permite la impresión 3D en la cirugía.
La apuesta por la innovación en la impresión 3D liderada desde el Hospital Clínic comienza con la técnica impulsada por el Dr. Andreu Combalia, jefe del servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología (COT) del Instituto de Especialidades Médicas y Quirúrgicas (ICEMEQ), la Dirección de Infraestructuras e Ingeniería Biomédica (Dieb) y la empresa Avinent, para la impresión en 3D de una guías para disminuir el riesgo en la introducción de tornillos en el pedículo de la vértebra cervical. El uso de este tipo de moldes, impresos en 3D, permite una mayor eficiencia y control a la hora de introducir los tornillos en el pedículo de la vértebra cervical. Asimismo, el uso de esta técnica proporciona una mayor seguridad al cirujano a la hora de un momento clave de la intervención de pacientes con una malformación grave de la columna. La implementación de esta técnica supondría una mejor planificación, virtual y con los moldes impresos en 3D, y permitiría evitar zonas delicadas, y optimizar el tiempo de quirófano, ya que los movimientos están previstos y planificados de antemano, lo que reduce considerablemente el tiempo de la operación.
Paralelamente, los trabajos elaborados por el Centro de Diagnóstico Biomédico (CDB) del Hospital Clínic, liderado por el Dr. Antonio Martínez, y en colaboración con el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y la Dirección de Infraestructuras e Ingeniería Biomédica, han permitido avanzar en la técnica de la Bioimpresión en 3D aplicada al diagnóstico molecular del cáncer. Este tipo de impresiones permitirían la impresión de tejidos artificiales mediante la técnica experimental de la obtención de biotintas. En este tipo de impresión se aprovecha la bioimpresión 3D para crear tejidos artificiales para el control de la sensibilidad, especificidad y calidad diagnósticas combinando diferentes tipos celulares con alteraciones genéticas relevantes en cáncer. Hasta un 20% de determinaciones de biomarcadores relevantes como HER2 en cáncer de mama son erróneas. Esta variabilidad puede conducir a un error en el diagnóstico. Por esta razón, estas pruebas requieren muestras control externas con las que comparar las muestras de los pacientes para verificar el diagnóstico final. Este tipo de investigación con esta nueva técnica se ha podido realizar gracias a la alianza entre el IBEC y el Hospital Clínic y que ha permitido conseguir financiación del programa Caixaimpulse.
Al mismo tiempo, se está analizando la aplicación de esta técnica en otros campos clínicos como son el de la cirugía maxilofacial, la otorrinolaringología, la neurocirugía o la neonatología.