En el estudi premiado, "EXAMINATON", financiado por la Fundación Española del Corazón, en el que han participado 12 hospitales de Europa, 8 de ellos españoles, los investigadores han hecho un seguimiento a 1.500 pacientes con infarto agudo de miocardio durante 5 años. A una mitad de los pacientes se les implantó un stent metálico (BMS); a la otra mitad, el stent implantado, de segunda generación, llevaba un recubrimiento de un fármaco antiproliferativo e inmunosupesor, el everolimus. El estudio mostró por primera vez un benefici oclínico importante para los pacientes, con mejora de la supervivencia y la necesidad de repetir la revascularización por causa de reestenosis.