"Hasta ahora, sabíamos que la proteína Pyk2 se activaba por calcio con una expresión especialmente destacable en el hipocampo, donde tiene un papel relevante como regulador de la plasticidad sináptica y, por tanto, en los procesos que controlan la formación y consolidación de la memoria", explica Sílvia Ginés. "Pero la mayor parte de los trabajos que hasta ahora habían descrito la función de Pyk2 se habían llevado a cabo en cultivos celulares, es decir, en sistemas in vitro, y poco se sabía sobre la función de Pyk2 in vivo", continúa la investigadora. "En este trabajo describimos por primera vez la importancia funcional de Pyk2 en el hipocampo como regulador de la dinámica de las espinas dendríticas, estructuras fundamentales para la plasticidad sináptica y por tanto para los procesos de memoria, concretamente a través de la modulación de la actividad del receptor NMDA y la proteína PSD-95", apunta Sílvia Ginés.
El estudio también describe la actividad de Pyk2 a nivel presináptico, y los experimentos de microscopia electrónica muestran la presencia de esta proteína en terminales nerviosos, lo que confirma observaciones bioquímicas previas. También se ha observado que en ausencia de Pyk2, la longitud de la espina dendrítica decrece tanto in vivo como in vitro.
En este trabajo, los investigadores han comprobado los efectos del déficit de Pyk2 en un modelo murino de la enfermedad de Huntington. Aparte de alteraciones motoras, en este trastorno neurodegenerativo se observan alteraciones cognitivas altamente discapacitantes, como la pérdida de memoria, en etapas muy tempranas de la enfermedad. "En este estudio hemos puesto de manifiesto que déficits en la función de Pyk2 contribuyen de forma determinante a esos problemas de memoria", apunta Jordi Alberch.
Por otra parte, las alteraciones en los procesos de memoria son propias de muchos otros trastornos neurodegenerativos, como el alzhéimer, el párkinson u otras demencias. "El hecho de que Pyk2 regule estos procesos cognitivos a través de diferentes mecanismos (receptores NMDA, espinas dendríticas…), convierte esta proteína en una diana terapéutica común para el tratamiento tanto de la enfermedad de Huntington como de otras enfermedades neurodegenerativas", concluye Ginés.
Fuente: UB
Referencia del artículo:
Giralt, V. Brito, Q. Chevy, C. Simonnet, Y. Otsu, C. Cifuentes-Díaz, B. de Pins, R. Coura, J. Alberch, Sílvia Ginés, J.C. Poncer y J.A. Girault.
Nature Communications, 2017. Doi: 10.1038/ncomms15592
Foto: de izquierda a derecha: Jordi Alberch, Sílvia Ginés y Verónica Brito del equipo Instituto de Neurociencias de la UB-IDIBAPS.