Aunque durante el envejecimiento se da un descenso natural en el rendimiento cognitivo, principalmente en la memoria, se han descrito algunos factores que pueden ayudar a minimizar este efecto a pesar del paso de los años. Uno de los principales es la alimentación. Estudios epidemiológicos sugieren que alimentos como las frutas, verduras, pescado, vino y nutrientes como los ácidos grasos poliinsaturados, la vitamina B y los antioxidantes pueden proteger del declive cognitivo asociado a la edad y de la enfermedad de Alzheimer. Además, patrones alimentarios como la dieta Mediterránea también se han relacionado con una menor incidencia de deterioro cognitivo leve y de enfermedades neurodegenerativas.
El consumo de aceite de oliva virgen se asociaba a mejores puntuaciones en pruebas de memoria verbal, al igual que el consumo de café. Por otra parte, la ingesta de nueces estaba relacionada con mejor memoria de trabajo y el consumo moderado de vino se asociaba con mejor función cognitiva global. Una característica común de todos estos alimentos es que tienen un alto contenido en polifenoles, que son unas moléculas altamente bioactivas con efectos beneficiosos sobre la modulación de los radicales libres causados por la oxidación. Además, las personas que presentaban niveles más elevados de polifenoles en la orina, indicador de un mayor consumo de alimentos que la contienen, obtuvieron mejores puntuaciones en pruebas de memoria.
Se ha descrito que el estrés oxidativo y la inflamación consecuente son los principales causantes de la patología asociada a trastornos relacionados con el envejecimiento. Los resultados encontrados sugieren que los alimentos ricos en polifenoles propios de la dieta Mediterránea podrían contrarrestar el declive cognitivo asociado con la edad gracias a su elevado poder antioxidante. El seguimiento longitudinal de estos participantes proporcionará una evidencia más firme sobre el potencial de la dieta Mediterránea y sus componentes para ayudar a mantener un buen funcionamiento cognitivo a pesar del envejecimiento, así como para reducir la incidencia de la enfermedad de Alzheimer.