El ambiente a lo largo de la carrera fue muy festivo y participativo, y la climatología acompañó durante todo el día, aunque empeoró por la noche. Muchos vecinos de las diferentes poblaciones por las que pasaba la caminata animaron y dieron su apoyo a los participantes a lo largo del recorrido. Los equipos vivieron momentos divertidos, de apoyo y colaboración entre ellos, pero también vivieron momentos se sufrimiento. Lo importante no era solo llegar a la meta sino participar en este reto solidario y tomar consciencia de las personas que en otros lugares del mundo han de recorrer diariamente muchos kilómetros para poder encontrar agua potable.