A lo largo de toda la mañana del sábado, y coincidiendo con el Día Mundial de la Infancia, el equipo de oftalmología del Hospital Clínic de Barcelona llevó a cabo, de forma voluntaria, revisiones oftalmológicas a más de 170 niños y niñas beneficiarios del programa #Invulnerables de CaixaProinfancia, procedentes de Lleida (38), Manresa (31) Ripoll – Sant Joan de les Abadesses (16), Manlleu (55) y Figueres (31). Para muchos de ellos, fue la primera vez que asistían a un revisión médica oftalmológica.
La jornada estaba emmarcada en la campaña #Invulnerables con visión impulsada por el programa #Invulnerables de Sor Lucia Caram, la Fundación “la Caixa” y Natural Òptics Group, con el apoyo del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, que facilita las alianzas en Cataluña con centros sanitarios públicos y privados.
#Invulnerables con visión nació en 2018 con el objetivo de velar por la salud visual de los niños como un paso indispensable para garantizar su bienestar integral y el apoyo fundamental para su desarrollo cognitivo.
La jornada contó con un equipo del Hospital Clínic, liderado por el Dr. Bernardo Sánchez-Dalmau, oftalmólogo del hospital, formado por seis oftalmólogos, tres optometristas y personal administrativo. Desde Natural Optics Group, empresa nacional del sector de la óptica, aporta un equipo de profesionales que después de la revisión ofrecieron gafas a los menores que las necesitaran, y que ellos mismos podían elegir.
La Fundació del Convent de Santa Clara y el Espacio Francesc de Assís, colaboradores del programa #Invulnerables, también participaron en el evento poniendo a disposición 15 voluntarios que organizaron y acompañaron a los menores y sus padres.
Los problemas visuales afectan a uno de cada cuatro niños en edad escolar, según datos de la Academia Americana de Oftalmología, y un 25% de la población estudiantil es susceptible de tener problemas no detectados como la miopía, hipermetropía, astigmatismo u ojo vago.
Desde el servicio de oftalmología del Hospital Clínic, se transmite que la visión se desarrolla durante los primeros 8 a 10 años de vida, por eso se recomienda que los niños y niñas tengan una evaluación de su visión cuando entran en la escuela, en torno a los cuatro años, y repetir el control una vez al año. Independientemente de si presenta síntomas o no, es importante hacer la revisión, porque si un niño nunca ha visto bien, no sabe distinguir si lo que ve es normal o no, y por tanto tampoco lo dirá. Además, una mala visión va a menudo ligada a problemas de autoestima y autoconcepto, fracaso escolar o aislamiento, lo que condiciona el día a día en el colegio de muchos niños. Algunos no saben que deben llevar gafas o les da vergüenza decir que no ven bien. Cuando se corrige el problema visual, la realidad del niño cambia completamente.