Cerca de un 70% de los cánceres de mama son hormonosensibles. Sin embargo, este grupo es muy heterogéneo desde un punto de vista clínico y biológico. Desde hace unos años, la incorporación de tests genómicos de segunda generación en la práctica clínica asistencial ha permitido identificar un grupo de pacientes con un bajo riesgo de recaída, que no necesitan quimioterapia, y otro grupo de alto riesgo, que sí la necesitan. En cambio, el beneficio de la quimioterapia en el grupo de pacientes con riesgo intermedio es incierto.
El equipo que lidera el Dr. Aleix Prat ha analizado los datos genómicos de los tumores más de 2.000 pacientes con cáncer de mama tratadas en 8 estudios clínicos. Con estos datos moleculares y herramientas bioinformáticas complejas han descubierto y validado un nuevo test genómico de tercera generación que es capaz de detectar mejor la sensibilidad de los tumores al tratamiento con quimioterapia que los actuales tests de segunda generación. Este nuevo test se basa en el análisis de los datos producidos por el test genómico de segunda generación conocido como PAM50. "Los tests genómicos de segunda generación que estamos utilizando actualmente permiten predecir la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama hormonosensible y esta información es útil para tomar decisiones sobre la necesidad de indicar quimioterapia. Con este nuevo test de tercera generación hemos dado un paso adelante y ahora ya podemos predecir directamente el beneficio que se obtendrá de la quimioterapia, así como el de la hormonoterapia", explica el Dr. Prat.
Además, este test es especialmente útil en un subgrupo de pacientes con cáncer de mama que tienen un riesgo intermedio de recaída durante los primeros 10 años de seguimiento y que representan un tercio de las pacientes a las que se les realiza un test de segunda generación. "Este es el grupo más difícil de tratar ya que, actualmente, no se ha establecido cuál es la opción terapéutica más conveniente. Pues bien, en este contexto, el test nos ayuda a decantarnos por un tratamiento u otro, o los dos", señala el Dr. Prat. "Este nuevo test genómico nos acerca más a la medicina personalizada o de precisión; es decir, proporciona una información más detallada sobre los beneficios y los riesgos de la quimioterapia y la hormonoterapia. Esta información también ayuda a empoderar a las pacientes en la toma de decisiones sobre su tratamiento ", concluye. El nuevo test será implementado asistencialmente en el Hospital Clínic a finales de este año.