La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año nacen unos 15 millones de recién nacidos prematuros en todo el mundo. En la última década se ha producido un cambio de paradigma en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y se recomienda admitir a los padres junto con el recién nacido prematuro o, al menos, permitir que pasen la mayor parte del día en estas unidades. “La participación de los padres aumenta, sin duda alguna, la preparación para el alta domiciliaria. De este modo, los padres se convierten en los cuidadores más importantes para el bebé durante el ingreso en la UCIN”, explica Ángela Arranz, jefa de Gestión de Enfermería de BCNatal (Hospital Clínic- Hospital Sant Joan de Déu).
Las estancias hospitalarias de los bebés prematuros pueden prolongarse durante meses. Para favorecer el vínculo materno-filial, las tecnologías existentes como la implantación de cámaras en la UCIN permite la videoconferencia en tiempo real, a través de dispositivos habilitados con internet.
La idea de implantar las cámaras surgió a través de la necesidad que transmitieron las madres que visitan la Unidad del Programa de Prematuridad del hospital. “Una vez acabada la visita, muchas de ellas transmitían el miedo a la separación, al estar 24 horas sin poder ver a su hijo prematuro después del parto. Esta inquietud nos hizo valorar la implantación de este sistema para solventarla”, explica Erika Sánchez, Coordinadora Asistencial del Servicio de Neonatología de BCNatal-Hospital Clínic.
El Servicio de Neonatología cuenta con 5 cámaras conectadas, tres de ellas en la Unidad de Cuidados Intensivos del servicio y dos en la de intermedios. Cuando ingresa el recién nacido en la unidad se ofrece a las familias la posibilidad de utilizar este dispositivo que permite que, a través de una página web y con un usuario y contraseña, pueden ver in-situ al bebé las 24 horas del día.
La prueba piloto se puso en marcha a principios de 2018 y la experiencia está siendo muy positiva. El primer beneficio se observa en la primera separación, la que se produce tras el nacimiento. “Las familias desde el minuto cero pueden ver a su hijo ya que, cuando el recién nacido entra en la unidad, conectamos la cámara de la incubadora. La ansiedad y la tristeza que produce esta separación disminuyen”, explica Erika Sánchez.
Otro momento que genera estrés y ansiedad a las madres es la separación que se produce cuando se van de alta a sus casas y dejan al recién nacido en la unidad. Gracias al dispositivo la ansiedad también disminuye ya que, en cuanto salen del recinto hospitalario, ya pueden ver a su hijo. Otro beneficio de este sistema es que aumenta la producción de leche. El hecho de que las madres puedan ver a su recién nacido en el momento de la extracción de leche, hace que la cantidad de leche materna que producen sea mayor.
“Cuando nos ofrecieron la posibilidad de tener estas cinco cámaras, rápidamente vimos una oportunidad de mejora en los cuidados que ofrecemos a los bebés prematuros. Después de los buenos resultados obtenidos con esta prueba piloto, nuestro objetivo es que cada incubadora de la unidad tenga su sistema y que los padres puedan ver a sus hijos en cualquier momento y de forma gratuita”, señala Ángela Arranz.