En cumplimiento de la citada resolución, el Secretario General procedió a abrir el trámite de informaciones previas, determinando que las actuaciones las llevaría a cabo una comisión integrada por representantes de la Dirección Médica, de la Dirección de Servicios Generales, del Servicio de Seguridad, del archivo de Historia Clínicas y del Servicios Jurídicos Corporativos.
Justo una semana después, los resultados de la investigación son los siguientes:
Aclarar que la cantidad de información encontrada no superaba los 40 folios y que la información consistía únicamente en un listado de seguimiento de trasplantados cardíacos (fechado en marzo de 2007) y unos pocos informes de alta. Además, reiterar que ningún documento incluía la identidad del donante.
Manifestar también que la ubicación del encuentro fue un contenedor urbano de reciclaje de papel i carón en la confluencia de la calle Compte Borrell i Aragón, a unos mil metros del Hospital y, por tanto, de ninguna manera adyacente al centro. Una vez identificado el contenedor por los servicios de seguridad del Hospital – a las pocas horas de publicarse la noticia inicial en el periódico El País – a petición del propio Hospital se procedió a su precintado por el Ayuntamiento de Barcelona y a su custodia. Resultado de esta actividad, el Hospital ha podido recuperar toda la documentación de su titularidad que estaba en el contenedor.
El abandono de documentación en el contenedor fue efectuado por un antiguo residente del Hospital Clínic de Barcelona que acabó su residencia en el Hospital en junio de 2008, y por tanto, desde esa fecha, desvinculado del Clínic.
Durante su tiempo de residente, el profesional había guardado esta documentación en su domicilio particular (a pocos metros del contenedor), infringiendo la normativa interna sobre protección de información confidencial y protección de datos del Hospital, que prohíbe expresamente la utilización de esta información fuera del recinto del hospitalario.
Con motivo de un reciente traslado de domicilio, y nuevamente en contravención de la legislación de protección de datos, la normativa deontológica y la normativa interna, este profesional tiró negligentemente la documentación en un contenedor urbano de reciclaje de papel i cartón. Dado que este contenedor urbano estaba bloqueado por unos cartones, dejó parte de la documentación fuera del contenedor en una zona adyacente guardada en unas bolsas de basura. Ha quedado probado que la actuación del profesional a pesar de ser gravemente negligente no revestía ningún tipo de intencionalidad.
Cabe mencionar que el profesional, a las pocas horas de conocer la noticia, se dirigió a la Dirección del Hospital para comunicar su identidad. Además ha reconocido la realización y la gravedad de los hechos en una carta, así como la negligencia y la falta de sentido común de su actuación. Con este escrito ha pedido disculpas al centro y a los pacientes titulares de los datos encontrados y se ha ofrecido a pedir disculpas al centro y a los pacientes titulares de los datos encontrados y se ha ofrecido a tomar las medidas que sean necesarias para reparar el daño que haya podido ocasionar.
La Dirección del Hospital ha iniciado los trámites para instruir un expediente disciplinario al autor de los hechos, ya que la infracción se considerada grave de acuerdo con el convenio laboral vigente. Por su parte, la Agencia Catalana de Protección de Datos ha puesto en marcha los procedimientos habituales en estos casos.
Dada la gravedad de los hechos, su trascendencia mediática y para la tranquilidad de los usuarios del Hospital, la Dirección del hospital quiere aclarar que el centro cumple escrupulosamente con la normativa de protección de datos. En este sentido dispone de normativa interna de obligado cumplimiento para todos los empleados que implican responsabilidades disciplinarias en caso de incumplimiento.
Como complemento a esta normativa, el hospital tiene establecido un circuito de destrucción de la documentación y los soportes informáticos que contengan información confidencial y datos personales. Este circuito se traduce en la trituración de esta documentación en maquinas destructoras de papel o bien su depósito en contenedores seguros gestionados por una empresa especializada en destrucción de documentación confidencial.
Una de las medidas que tomó el hospital al momento de conocer los hechos, fue llamar informando y pidiendo disculpas a cada uno de los pacientes y familiares cuyos nombres aparecían en el listado. Cabe decir que ninguno de ellos ha interpuesto ninguna denuncia y muchos han manifestado su agradecimiento por la rápida actuación de la dirección del hospital.
En este sentido la Dirección del Hospital quiere manifestar que a pesar del incidente, los pacientes y profesionales vinculados al Clínic pueden mantener su confianza en la institución en lo referente a la protección de cualquier tipo de datos confidencial en general y en el caso que nos ocupa, en el programa de trasplante cardíaco.
Para evitar en la medida de los posible que se vuelvan a repetir hechos de este tipo, la Dirección del Hospital pondrá en marcha nuevas acciones de formación y recordará la normativa vigente a todo el personal en el tratamiento de la documentación confidencial que se produzca en el entorno del Clínic.