Para estudiar las células Treg se incorporaba el marcador fluorescente verde GFP en el promotor del gen FoxP3. El problema es que con este sistema resultaba imposible detectar las células que han dejado de expresar FoxP3 para convertirse en ex-Treg. Una estructura innovadora de ingeniería genética ha permitido demostrar la existencia de células ex-Treg gracias a un modelo de ratones transgénicos que incorpora dos moléculas fluorescentes. La primera es la clásica GFP verde en el promotor de FoxP3, a la que los investigadores de la Universidad de Californa añaden el gen de la molécula Cre. El segundo marcador fluorescente YFP, derivado de GFP, gracias a un ingenioso sistema, sólo se expresará en aquellas células que previamente hayan expresado la molécula Cre.
Mediante citometría de flujo se reconocen las poblaciones de células marcadas con cada molécula fluorescente. Las Treg las expresaran ambas, mientras que las ex-Treg sólo expresarán la molecular fluorescente YFP. De esta forma se ha podido seguir por primera vez a aquellas células Treg que han dejado de serlo. Por lo tanto, se concluye que las células Treg son inestables y que el 10% pierde su actividad reguladora. Los investigadores provocaron diabetes autoinmune al inocular células ex-Treg en ratones NOD sin linfocitos T. Queda demostrada así la capacidad autoinmune de las células ex-Treg.
Los experimentos en los que ha participado Marc Martínez-Llordella analizaban el estado de metilación del promotor de FoxP3. Los resultados demuestran que en las células ex-Treg el promotor vuelve a estar metilado evitando la expresión del gen. También se estudió el repertorio de las moléculas TCR expresadas por los linfocitos en este modelo. Los investigadores concluyeron que las células ex-Treg pueden proceder tanto de linfocitos Treg naturales como adaptativos. La investigación de estas células aportará nuevos datos sobre la evolución de las enfermedades autoinmunes, como algunas formas de diabetes.