El colangiocarcinoma intrahepático (iCCA) es un tumor agresivo, de difícil detección en fases tempranas y que representa un 10% del total de cánceres hepáticos (alrededor de 70.000 casos anuales en el mundo). La única opción para la curación de este cáncer es la cirugía, pero está limitada a los pacientes en los que la enfermedad no está avanzada. Así, los investigadores buscan profundizar en el conocimiento sobre los mecanismos moleculares de este tipo de tumor para poder desarrollar tratamientos efectivos.
En este trabajo se han realizado estudios moleculares con tejidos de 107 pacientes con iCCA de los que se ha extraído y secuenciado el RNA total. Así, los investigadores han encontrado una nueva alteración genética que consiste en una proteína de fusión, denominada FGFR2-PPHLN1, que posee actividad oncogénica –por si sola produce el tumor-, que se da en un 16% de los pacientes. Esta alteración, además, se puede bloquear mediante un inhibidor de FGFR2 que ya se utiliza para otros tipos de tumores. Por otro lado, la proteína FGFR2 da lugar a otra fusión que, junto con la que se ha descubierto ahora, se encuentra en un 45% de los pacientes. En este trabajo también han descrito otra alteración, una mutación en el gen ARAF que se da en un 11% de los casos y que, a pesar de no tener actividad oncogénica, sí hace que las células tumorales proliferen.
Con esta secuenciación masiva, se ha hecho un mapa completo, no descrito hasta ahora, de todas las alteraciones moleculares que pueden darse en pacientes con iCCA. Así, con las que se han identificado en este trabajo, hay un total de 9 alteraciones que se encuentran en un 70% de estos tumores y que pueden representar una oportunidad terapéutica. "Se trata del descubrimiento más importante realizado hasta el momento sobre las mutaciones en colangiocarcinoma y cambiará de forma radical el tratamiento de esta enfermedad", indica el Dr. Llovet.
Así, en este trabajo se han descrito dos nuevas alteraciones genéticas en el iCCA, una de las cuales puede ser bloqueada mediante un inhibidor que ya ha demostrado su eficacia in vitro, y se ha elaborado un mapa de todas las alteraciones genéticas descubiertas hasta el momento así como su frecuencia en este tipo de tumor. Con estos resultados, ya se ha puesto en marcha un ensayo clínico internacional en fase II para probar la eficacia del inhibidor de la proteína FGFR2 en pacientes.
Referencia del artículo:
Daniela Sia, Bojan Losic, Agrin Moeini, Laia Cabellos, Ke Hao, Kate Revill, Dennis Bonal, Oriana Miltiadous, Zhongyang Zhang, Yujin Hoshida, Helena Cornella, Mireia Castillo-Martin, Roser Pinyol, Yumi Kasai, Sasan Roayaie, Swan N. Thung, Josep Fuster, Myron E. Schwartz, Samuel Waxman, Carlos Cordon-Cardo, Eric Schadt, Vincenzo Mazzaferro, Josep M. Llovet
Nature Communications 6, Article number: 6087, doi:10.1038/ncomms7087
Published 22 January 2015